A favor o en contra. Así han respondido las cancillerías americanas luego de que Jeanine Áñez se convirtió en la presidente interina de Bolivia.
La proclamación de Áñez ha sido recibida con saludos y rechazos por parte de varios gobiernos de la región. Además, ha puesto de manifiesto de nuevo la división de un continente en bloques casi antagónicos.
Áñez asumió el martes la Presidencia interina de Bolivia en una sesión parlamentaria con la ausencia de los representantes del oficialista Movimiento Al Socialismo, partido de Evo Morales.
La senadora opositora llegó al poder de manera provisional en un país convulso, con los militares en las calles, 8 muertos y cerca de 500 heridos, actividad comercial a la baja y un ex presidente Evo Morales que desde México anima al diálogo.
Países que la reconocen
Los reconocimientos a la presidente interina Áñez llegaron desde Colombia, Guatemala, Brasil y Estados Unidos.
Países que, con sendos mensajes, le manifestaron su apoyo para que Bolivia supere la crisis en la que se encuentra actualmente.
El gobierno de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó su aprobación a la mandataria transitoria con un mensaje en sus redes sociales.
En el mismo, reitera su apoyo a todos los esfuerzos para el restablecimiento del orden constitucional y el Estado de Derecho.
La Cancillería de Colombia también se unió a este respaldo al expresar por Twitter que acompaña a la presidente encargada en su propósito de avanzar hacia una pronta realización de elecciones libres, transparentes y con observación internacional.
Ernesto Araújo, ministro de Exteriores de Brasil, dijo que su país reconocía a la senadora de la oposición como jefe de Estado interina.
“Se está cumpliendo el rito constitucional boliviano y queremos que contribuya a la pacificación y la normalización del país”, dice parte del texto.
Además, resaltó el compromiso de la senadora de convocar elecciones.
Este martes, tan pronto Jeanine Áñez asumió la Presidencia, uno de los países que apoyó su nuevo cargo interino fue Estados Unidos.
Michael Kozak, encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado, dijo por Twitter que espera trabajar con Áñez y otras autoridades civiles del país mientras se organizan unas elecciones libres y justas lo antes posible de acuerdo con la Constitución.
La declaración de Estados Unidos fue, rápidamente, criticada por Evo Morales, asilado en México.
Dijo en la red social que el presidente Donald Trump reconocía al gobierno de facto y autoproclamado por la derecha.
Añadió que Trump, después de imponer a Juan Guaidó en Venezuela, ahora proclama a Áñez.
Eje en favor de Morales
Uno de los países que está decididamente con Morales es México. Este le concedió asilo político, y no prevé apoyar a Áñez amparándose en uno de sus axiomas en política exterior: la Doctrina Estrada, que no otorga reconocimientos de gobiernos que puedan herir la soberanía.
Tanto es así que la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, dijo que acoge en la delegación a 30 ex funcionarios de Morales y legisladores.
Uruguay también recurre a su habitual política exterior. El canciller Rodolfo Nin Novoa, aseguró a Efe que su país solo reconoce a presidentes surgidos de elecciones.
El régimen de Nicolás Maduro también negó apoyo a la figura de la presidente interina.
En un comunicado de la Cancillería, la consideraró como una autoproclamación y la acusó de usurpar el cargo calificando de parodia lo ocurrido en la Asamblea Legislativa boliviana.
Argentina también se unió al rechazo en la voz del presidente electo, el peronista Alberto Fernández.
Este señaló que sí hubo un golpe de Estado y señaló que hubo un jefe del Ejército que pidió la renuncia de un presidente y una Policía que se amotinó.
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