Una oficina de la ONU y el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) afirmaron este miércoles que Colombia puede tener más de 3,7 billones de pesos (casi 900 millones de dólares) en pérdidas en la productividad laboral debido al fenómeno de El Niño que se desarrollará este segundo semestre.
«A nivel mundial estamos haciendo un llamado para fortalecer los sistemas de alerta temprana», aseguro a Efe el jefe regional interino de la ONU para la Reducción de Riesgo de Desastres (Undrr), Nahuel Arenas, quien añadió que estos sistemas son mecanismos «eficientes para reducir los costos económicos de los desastres y salvar vidas».
Según el CCS, un organismo de capacitación y asesoría en salud ocupacional, El Niño dura en promedio 10 meses, que en Colombia significarán una sequía y desembocará en «una disminución del 0,6% en las horas laborales de los trabajadores formales», gracias al incremento de las altas temperaturas.
Pero será peor para los trabajadores informales, a los que se les reduce a 4,5% las horas trabajadas, «lo que genera una pérdida del 6,4% en sus ingresos laborales mensuales».
El Niño trae como consecuencia anomalías en la temperatura
Según los cálculos de estas organizaciones, que tienen en cuenta los salarios promedios, la población informal dejaría de recibir 2,88 billones de pesos (casi 700 millones de dólares).
Por su parte, los trabajadores formales no recibirían 838.000 millones de pesos (poco más de 200 millones de dólares), lo que da un total de 3,7 billones de pesos que podrían dejar de recibir los trabajadores colombianos en los próximos meses.
El CCS aseguró que está cifra equivale al 0,25% del PIB colombiano y casi un 20% de la recaudación de la reforma tributaria aprobada el año pasado. Además, este estudio solo se realizó en las cuatro ciudades más importantes de Colombia que son Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.
Arenas detalló hoy en una rueda de prensa en Bogotá que El Niño «trae como consecuencia anomalías en la temperatura tanto por exceso como por falta de agua», y se determinará su intensidad dependiendo de las «diferentes zonas geográficas», ya que en unas puede causar sequía y en otras más tormentas o deslaves.
La presidenta del CCS, Andrea Solano, explicó a Efe que están adaptando muchas de las recomendaciones por parte de esta oficina de la ONU con el fin de ayudar a los colombianos en las distintas partes del país.
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