Estados Unidos impuso este jueves sanciones a 18 grandes bancos iraníes en sus esfuerzos por evitar que el gobierno de Teherán tenga acceso a recursos financieros que «puedan ser empleados para financiar y apoyar su programa nuclear, desarrollo de misiles, terrorismo y redes terroristas aliadas».
El Departamento del Tesoro informó en un comunicado de que ha sancionado a dieciséis de esas entidades bancarias «por operar en el sector financiero de Irán y a un banco por ser propiedad o estar controlado por un banco iraní sancionado», además de otro afiliado al Ejército de la República Islámica.
«La acción de hoy para identificar al sector financiero y sancionar a 18 grandes bancos iraníes refleja nuestro compromiso de detener el acceso ilícito a dólares de Estados Unidos», indicó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en la nota.
Las sanciones «continuarán»
El responsable advirtió de que los programas de sanciones de EE UU «continuarán hasta que Irán detenga su respaldo a actividades terroristas y ponga fin a sus programas nucleares».
«Aun así, las acciones de hoy seguirán permitiendo transacciones humanitarias para apoyar al pueblo iraní, dijo Mnuchin.
Entre los bancos sancionados se encuentran el Amin Investment, Keshavarzi Iran, Maskan, Refah Kargaran, Bank-e Shahr, Eghtesad Novin Bank, Gharzolhasaneh Resalat y el Hekmat Iranian Bank, este último, según EE UU, por supuestamente prestar servicios a las Fuerzas Armadas del país.
El Tesoro agregó que las entidades designadas este jueves están bajo la supervisión y las regulaciones del Banco Central de Irán, que fue sancionado por Washington en septiembre de 2019 por supuestamente respaldar a la Guardia Revolucionaria y la Fuerza Al Quds, así como al grupo chií libanés Hizbulá.
Con estas sanciones quedan bloqueadas todas las propiedades o activos que tengan esos bancos en Estados Unidos o bajo el control de estadounidenses, y se prohíbe cualquier transacción con ciudadanos de este país.
Advertencia a las instituciones financieras
Asimismo, el Tesoro advirtió de que cualquier individuo o institución financiera que tenga tratos o actividades con los sancionados podrían arriesgarse a ser blanco de sanciones secundarias.
La acción de este jueves ha tenido como objetivo los pocos bancos iraníes que quedaban que no eran objeto de sanciones, en un movimiento que los gobiernos europeos auguran que reducirá los canales que Irán emplea para importar productos humanitarios, como comida y medicina, según señalaron funcionarios conocedores de esta medida citados por el diario The Washington Post.
En la práctica, la decisión bloqueará de manera efectiva el acceso de Irán al sector financiero mundial.
En septiembre, EE UU dio unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra Irán, además de amenazar a los miembros de la ONU que se opusieran a su reimposición.
EE UU inició en agosto un procedimiento ante la ONU para restablecer todas las sanciones internacionales contra Irán que se levantaron con el acuerdo nuclear de 2015 (del que Washington se retiró en 2018), argumentando que Teherán ha incumplido sus obligaciones.
Sin embargo, la mayoría del Consejo de Seguridad -incluidas el resto de potencias con derecho de veto- consideran que EE UU no tiene derecho a utilizar este mecanismo, pues abandonó el pacto en 2018, con lo que ese órgano de la ONU no ha tomado ninguna medida.