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Estados Unidos celebra Acción de Gracias bajo la sombra de la pandemia

por Avatar AFP

Estados Unidos celebra este jueves un Día de Acción de Gracias ensombrecido por la pandemia, que dejó más de 2.400 muertos en 24 horas, mientras en Europa, las cifras mejoran y los ciudadanos ven esperanzados una flexibilización de las restricciones antes de Navidad.

Esta gran celebración familiar en Estados Unidos, más importante que la Navidad para muchos, llega justo cuando se registra la cifra diaria de decesos más elevada en seis meses.

En este contexto, las autoridades sanitarias instaron a la población a no viajar en Acción de Gracias y el aeropuerto de Los Ángeles estaba el miércoles casi desierto.

«El avión estaba prácticamente vacío. Sólo había un puñado de pasajeros», explicó Nathan Peterson, un estudiante procedente de Utah.

El presidente electo Joe Biden celebrará Acción de Gracias en Delaware, con su familia más próxima, su mujer, su hija y su yerno.

«Hay una esperanza real, una esperanza tangible», dijo en un discurso televisado. «La vida volverá a la normalidad. Esto no durará eternamente», añadió, en alusión a las futuras vacunas contra el covid-19, que podrían empezar a ser administradas en diciembre.

En el mundo, el virus ha causado más de 1,4 millones de muertos y más de 60,4 millones de contagios, según el balance este jueves de la AFP basado en fuentes oficiales.

Estas Navidades no serán normales

En Europa, que suma más de 390.000 fallecidos y 17,1 millones de casos, las medidas de confinamiento impuestas estas últimas semanas empiezan a dar sus frutos y varios países comienzan a suavizar las restricciones, de cara a las fiestas navideñas.

En Francia, los comercios no esenciales podrán abrir a partir del sábado, y si la situación sanitaria sigue mejorando, el gobierno contempla levantar el 15 de diciembre el confinamiento, impuesto desde hace casi un mes, y sustituirlo por un toque de queda nocturno.

El Reino Unido, otro país muy golpeado por la pandemia, prevé reabrir a principios de diciembre todos sus comercios y lanzar un programa de detección masiva. El primer ministro Boris Johnson advirtió, sin embargo, que no serán unas Navidades normales.

En cambio, en Alemania, que durante la primera ola se vio relativamente poco impactada por la pandemia pero actualmente esta registrando cifras récord de decesos y contagios, decidió mantener sus restricciones.

«El número de infecciones está aún en un nivel muy elevado», declaró el miércoles la canciller Angela Merkel.

El país está a punto de superar el millón de contagios y ya contabiliza 14.771 muertes, más de 400 de ellas en las últimas 24 horas, según el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch.

Por ello, las restricciones impuestas en noviembre seguirán vigentes hasta principios de enero. Bares, restaurantes, centros culturales y establecimientos deportivos permanecerán cerrados todavía más de un mes.

Alemania también quiere que la Unión Europea mantenga cerradas las pistas de esquí hasta el 10 de enero para evitar nuevas infecciones, pero la vecina Austria ya está planteándose la apertura de las instalaciones.

Un proceso desafiante y costoso

Al otro lado del Atlántico, América Latina y el Caribe suma más de 440.200 fallecidos y 12,6 millones de contagios, según el recuento de la AFP.

Las cifras en la región seguían siendo galopantes este jueves, y en las últimas 24 horas, México registró 858 decesos, el segundo país con más fallecidos en un día sólo por detrás de Estados Unidos (2.439). En total, el país azteca contabiliza más de 103.500 fallecidos y más de un millón de contagios.

En términos generales, Brasil sigue siendo el país más enlutado de la región, con más de 170.700 decesos y 6,1 millones de casos.

La Organización Panamericana de la Salud indicó que todo el continente americano reportó más de 1,5 millones de contagios por covid-19 en la última semana, un récord desde que se declaró la pandemia en marzo.

En Centroamérica, la OPS sigue con preocupación el potencial surgimiento de brotes en albergues abarrotados tras el devastador pasaje de los huracanes Eta y Iota, añadió.

Las esperanzas están puestas en las futura vacunas, con las candidatas de Moderna, AstraZeneca/Oxford y Pfizer-BioNTech encabezando la carrera.

Pero en Latinoamérica, con sus regiones recónditas e impenetrables y sus megalópolis y villas miseria sin servicios básicos, distribuir y administrar las vacunas no será una misión fácil.

Inmunizar a la mayoría de sus habitantes será un proceso «desafiante y costoso», estimó el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa.

La OPS espera distribuir vacunas en la región entre marzo y mayo de 2021 a través del Covax, un mecanismo implementado por la Organización Mundial de la Salud para garantizar un acceso equitativo en una carrera en la que las naciones emergentes tienen las de perder.