El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves el doble atentado cometido el miércoles que provocó 84 muertos en Irán, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, del que se conmemoraba el cuarto aniversario de su asesinato en un ataque de Estados Unidos.
La organización jihadista indicó en sus canales de Telegram que dos de sus miembros “activaron su cinturón de explosivos” en medio de “una gran multitud de apóstatas, cerca de la tumba de su líder Soleimani ayer, en Kerman, en el sur de Irán”.
El grupo EI enmarcó esta operación en una campaña denominada “Mátenlos por todas partes, dondequiera que los encuentren”, según el comunicado.
Minutos antes de la reivindicación, la organización había difundido una grabación de audio en la que su vocero, Abu Hudhayfah al-Ansari, hacía un llamamiento a “golpear a judíos y cristianos en todas partes”.
Un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense había apuntado el miércoles que las explosiones parecían representar “un ataque terrorista” del tipo perpetrado en el pasado por militantes de El y que Washington no estaba implicado en modo alguno en el hecho.
Por su parte, la agencia estatal IRNA, a partir de “una fuente informada”, había indicado que la primera explosión estuvo provocada por un kamikaze, del que encontraron su cuerpo hecho trizas.
Tras haber dicho que hubo 95 muertos, Teherán rebajó el balance de víctimas mortales. “Según las últimas estadísticas, 84 personas murieron”, anunció este jueves el jefe de los servicios de emergencia del país, Jafar Miadfar, en la televisión estatal.
Y añadió que el atentado dejó 284 heridos, de los cuales 195 siguen hospitalizados. El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, advirtió sin embargo que el balance aún podía aumentar, ya que algunos heridos se encuentran en un “estado crítico”.
El atentado –dos explosiones con un intervalo de 15 minutos– se produjo cerca de la mezquita Saheb al-Zaman, en Kerman, donde se encuentra la tumba del poderoso general Soleimani, asesinado por Estados Unidos en Irak el 3 de enero de 2020. Las bombas estallaron cuando una multitud conmemoraba el cuarto aniversario de su muerte.
El ataque se produjo en plena tensión en Medio Oriente y un día después de que el número dos del movimiento islamista palestino Hamas, Saleh al-Arouri, aliado de Irán, muriera en un ataque en Beirut, que las autoridades libanesas atribuyeron a Israel.
Teherán decretó este jueves un “día de duelo nacional” tras el atentado más sangriento en el país desde 1978, cuando un megaincendio causó por lo menos 377 muertos en un cine en Abadan (sudoeste), según los archivos de la AFP.
El líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, prometió una “dura respuesta” y otros dirigentes iraníes acusaron a Israel y Estados Unidos.
Entre los ataques anteriores reivindicados por EI figuran dos en 2017 contra el Parlamento iraní y la tumba del fundador de la República Islámica, el ayatollah Ruhollah Khomeini.
El Estado hebreo, archienemigo de Irán, afirmó “estar concentrado en los combates” en la Franja de Gaza ante las acusaciones, aunque no se refirió explícitamente al atentado.
Las tensiones entre Irán e Israel han alcanzado un nuevo punto álgido a raíz de la guerra en Gaza, en represalia por su incursión del 7 de octubre.