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Esposa de joven que murió con su hija en el río Bravo llegó a El Salvador

por Avatar EFE

La salvadoreña Tania Vanessa Ávalos, esposa del joven que falleció el domingo pasado junto a la hija de ambos en el río Bravo, llegó este viernes a El Salvador a la espera de los cuerpos de sus familiares desde México.

Ávalos salió el jueves desde el municipio de Matamoros, en el estado nororiental de Tamaulipas, junto a los cuerpos de su esposo Óscar Martínez y de su hija Valeria, y con rumbo hacia la ciudad de Monterrey, en Nuevo León.

La joven, quien fue rescatada de las aguas del río que divide a México de Estados Unidos, llegó en compañía del cónsul salvadoreño en Monterrey, Rafael Rosales.

Rosales explicó en una breve conferencia de prensa, en la que estuvo presente Ávalos, y en la que no se permitieron preguntas de los medios, que los cuerpos de los fallecidos son trasladados por vía terrestre a El Salvador.

«Se tomó la decisión de que fuera por la vía terrestre porque es un procedimiento mucho más rápido y mucho más directo», aseguró Rosales, quien destacó que el traslado por carretera permite tener un mayor cuidado de los cuerpos.

Subrayó que el traslado por vía aérea es un poco más difícil y tardío, dado que los vuelos comerciales consideran los ataúdes como carga y realizan escalas antes de llegar a El Salvador.

A Ávalos, quien no dio declaraciones, la recibió el viceministro para los Salvadoreños en el Exterior, Mauricio Cabrera, en el aeropuerto San Óscar Arnulfo Romero, en la localidad de San Luis Talpa.

«Desde Cancillería hemos realizado las gestiones para que se brinde la atención de salud y de apoyo psicológico, ya que sabemos que la pérdida es muy grande y profunda, y la señora Ávalos necesitará de toda nuestra atención», aseguró Cabrera.

Las autoridades salvadoreñas no han dicho la fecha en la que los cuerpos de las víctimas llegarán al país para ser sepultados en un cementerio de la capital.

Ávalos dijo a las autoridades mexicanas que el agua se llevó primero a la niña, y fue su padre quien salió en su ayuda, pero la corriente del río los arrastró a ambos y desaparecieron.

Llegaron a Matamoros para pedir asilo político en Estados Unidos, pero ante la desesperación por la lentitud en los trámites, decidieron, junto a otros migrantes, cruzar el río Bravo,  señaló la mujer.

En los últimos días, la imagen de la trágica muerte del padre y la hija acaparó la atención internacional al reflejar la desesperación de los migrantes centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos.