La primera jornada del cierre fronterizo entre España y Portugal, acordado entre ambos países hasta el próximo 10 de febrero para tratar de frenar la fuerte incidencia del covid-19, transcurrió sin apenas incidencias, confirmaron este lunes las respectivas autoridades.
Desde marzo, Portugal acumula 726.321 casos de coronavirus y 12.757 fallecidos y su sistema sanitario está desbordado, mientras que en España 2.822.805 personas se han contagiado y 59.081 han muerto.
La pasada semana ambos países acordaron restablecer desde el domingo los controles en su frontera terrestre y solo 13 pasos fronterizos permanecerán abiertos las 24 horas, mientras que en 5 se han fijado días y franjas horarias.
Durante ese período, solo se permitirá la entrada por motivos laborales o para visitar a cónyuges o parejas, y la de residentes o estudiantes, entre otros.
El cierre de la frontera entre España y Portugal afecta a cuatro regiones españolas: Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía. En todas ellas la normalidad fue la tónica de este lunes, con poco movimiento de vehículos, según el reporte ofrecido por cada una de las comunidades.
Las largas colas matutinas en el puente que une la localidad española de Tui (Pontevedra, Galicia) con la portuguesa Valença do Minho (Portugal) fue lo único reseñable en este primer día laborable con el restablecimiento de los controles policiales y las restricciones a la libre circulación entre los dos países.
En Castilla y León varias provincias manifestaron su inconformidad con esta medida, que consideran unilateral y que perjudica a los municipios fronterizos que basan su economía en las relaciones de vecindad entre los dos países.
Entre tanto, Francia reforzó las exigencias para acceder a su territorio haciendo obligatoria la presentación de una PCR negativa también para trayectos por carretera o tren, una medida de la que están exentos transportistas y los trabajadores transfronterizos.
España a disposición de Portugal
En estas circunstancias, el gobierno español se puso este lunes «a disposición» de Portugal «para lo que puedan necesitar» en la lucha contra la pandemia, según indicaron fuentes del Ministerio español de Exteriores.
Este ministerio se encuentra en contacto constante con las autoridades lusas y «trabajando codo con codo» con ellos, dijo hoy la ministra española Arancha González Laya en una entrevista en televisión.
«Estamos en contacto directo todos los días, a todos los niveles, desde el presidente del gobierno (español, Pedro Sánchez) hasta los ministros y los técnicos», precisó.
González Laya señaló que la Unión Europea (UE) tiene «muy claro» que no debe volver a cerrar el espacio Schengen como durante la primera ola de la pandemia, pero que para controlarla es necesario restringir movimientos en determinadas zonas.
«Lo vamos a hacer también con países terceros, buscando aislar de manera mas quirúrgica cepas que vayan apareciendo», como ya se hizo con el Reino Unido y como se tendrá que hacer «para evitar la expansión de otras cepas» tanto con países terceros como dentro de la UE.