Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, ha advertido este viernes que está decidido a intervenir militarmente contra las milicias kurdas del noroeste de Siria, incluso si no hay un acuerdo sobre esa operación con Estados Unidos, al que volvió a reprochar la ayuda que presta a esos grupos.
«Terminen las negociaciones como terminen, estamos decididos a despedazar la franja de terror al este del Éufrates. Haremos lo que haga falta, no necesitamos pedir permiso a nadie», dijo Erdogan durante un discurso en el Parlamento.
«Los que ahora se pavonean en esas tierras, confiando en las fuerzas extranjeras, estarán mañana bajo tierra o serán miserables», agregó, en referencia a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) kurdas, a las que Estados Unidos ha estado facilitando armamento desde hace años para luchar contra el yihadista Estado Islámico.
Al respecto, Erdogan criticó a Washington por «dar gratis» a las milicias kurdas «decenas de camiones llenos de armas y munición», al tiempo que se niega a vender a Turquía los cazas F-35.
Ese veto ha sido impuesto por Estados Unidos en castigo a la decisión de Ankara de comprar un sistema antimisiles ruso.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, se ha reunido esta semana con el Gobierno turco para negociar la creación de una franja bajo control de Ankara en el noreste de Siria, territorio de población mayoritariamente kurda y bajo dominio de las YPG.
El miércoles, altos cargos turcos rechazaron las propuestas de Washington como «insatisfactorias».
Turquía considera a las YPG como un grupo terrorista, la rama siria de la guerrilla PKK que lleva combatiendo al Estado turco desde 1984.