El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió este domingo de que «si fuera necesario» podría cerrar la base aérea estadounidenses de Incirlik, por las recientes tensiones con Washington tras el reconocimiento esta semana del genocidio armenio por parte del Senado de EE UU.
«Si tenemos que tomar una decisión así, en su debido momento, tenemos la autoridad para ello. Cuando corresponda nos sentaremos y si hace falta cerrar Incirlik, lo cerraremos», dijo el mandatario turco en una entrevista conjunta de las televisiones ATV y A Haber.
Además, amenazó con clausurar la base de Kürecik, también en el sureste de Turquía, donde el ejército estadounidense mantiene una estación de radar.
«Tomaremos la decisión necesaria en el marco de la reciprocidad. Turquía no es una república tribal», aseveró Erdogan.
Incirlik, en la provincia de Adana, es una gran base aérea que ha jugado un rol importante para las operaciones de EE UU en Siria.
Consecuencias negativas
Según el presidente turco, «es muy importante para ambos lados que EE UU no dé pasos irreparables en las relaciones».
«Lamentamos que la polarización en las políticas internas de EE UU tenga consecuencias negativas para nosotros y que algunos grupos abusen de lo que sucede en nuestro país por su propio interés en debilitar a Donald Trump», agregó Erdogan en relación al presidente de Estados Unidos.
La moción que reconoce el genocidio armenio fue aprobada el jueves pasado en el Senado de EE UU por unanimidad. Mientras que la Cámara de Representantes adoptó una resolución similar en octubre pasado por 405 votos a favor y 11 en contra.
Ankara reconoce que el Imperio otomano cometió en 1915 masacres contra la población armenia pero niega tajantemente que pudieran calificarse de «genocidio», aduciendo además que ese término jurídico aún no existía en la época.