De ganar el Sí hoy a la reforma que dará facultades ejecutivas al jefe del Estado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, puede convertirse en el líder que acumule más poder en los 80 años que han pasado desde la muerte del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk.
En la consulta 80 millones de turcos decidirán si reemplazan la actual democracia parlamentaria por un sistema hiperpresidencialista, el cambio político de mayor calado desde que la moderna república turca fue fundada después de la caída del Imperio otomano en 1923, y que ha dividido y polarizado aún más a la sociedad turca.
Erdogan, nacido en 1954, que ejerció durante 11 años el cargo de primer ministro –período más largo desde que se abolió en 1950 el sistema de partido único en su nación–, asumió el cargo de presidente en 2014. Según la Constitución sus competencias son meramente representativas, pero hoy busca formalizar que es él quien tiene las riendas del poder.
Recep Tayyip Erdogan argumenta que es el primer jefe de Estado elegido, hasta 2007. Al presidente lo elegía el Parlamento, lo que le otorga un respaldo popular del que carecían sus predecesores.