El principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos y epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, pidió a gobernadores y alcaldes del país ser «lo más contundentes posible» para lograr que la población haga uso de tapabocas para frenar el avance de la pandemia.
«Cuando estás viviendo tu vida y tratando de abrir el país, vas a estar en contacto con personas. Y, por esa razón, sabemos que los tapabocas son realmente importantes y deberíamos usarlas en todos sitios», indicó Fauci durante un evento virtual de la Cámara de Comercio estadounidense.
A su juicio, la población necesita entender que el contexto derivado de la pandemia de covid-19 pone a las personas en una «situación muy grave» que necesita que las comunidades trabajen de manera unida. «Si pudiéramos lograr que más personas entiendan esto, con suerte lograremos que más personas estén dispuestas a usar tapabocas», insistió durante el evento, según informó la cadena de televisión CNN.
Asimismo aseguró que Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia del mundo, necesita concentrarse en problemas más actuales, en vez de preocuparse por una hipotética segunda ola de contagios de covid-19. «Cuando hay hasta 70.000 nuevas infecciones eso es algo en lo que hay que concentrarse ahora, en lugar de mirar lo que sucederá en septiembre u octubre», afirmó.
La polémica en torno a los tapabocas continúa en Estados Unidos. Ante la falta de una orden a este respecto emitida por la administración del presidente Donald Trump y el escepticismo del que ha hecho gala el mandatario respecto a esta medida preventiva de eventuales contagios de coronavirus, los gobernadores de los estados estadounidenses gestionan este asunto ellos mismos.
Así, en estados como Alabama, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Illinois, Kansas, Kentucky, Luisiana o Maine ya es obligatorio llevarlas en público, mientras otros no se inclinan por regular su uso. La tensión es más palpable en casos como Georgia, cuyo gobernador, Brian Kemp, demandó a la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, por ordenar que la utilización de mascarilla sea obligatoria en la ciudad.