Grandiosos, populares o íntimos, estos fueron los funerales reales celebrados en el Reino Unido desde el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta las exequias de la reina Isabel II, fallecida este jueves.
El 6 de febrero de 1952, el rey Jorge VI murió repentinamente de una trombosis coronaria a los 56 años de edad. El funeral de Estado tuvo lugar el día 15.
Su féretro, colocado sobre una cureña de cañón y envuelto en un estandarte blanco con leones, fue llevado por 150 artilleros navales.
El cuerpo del «gentil rey», que se había convertido en monarca a su pesar tras la abdicación de su hermano mayor Eduardo VIII, fue trasladado desde Westminster a la estación de Paddington para ser transportado a Windsor y a la capilla de San Jorge, donde fue enterrado.
La procesión duró más de tres horas. La multitud se alineaba en silencio en las aceras londinenses sumidas en la niebla. El Big Ben tañó 56 campanadas por la edad del monarca tartamudo.
Siguió al carruaje su hija mayor, Isabel II, recién coronada reina a los 25 años de edad, que se había enterado de la muerte de su padre mientras estaba de viaje oficial por Kenia.
Un año después, el 24 de marzo de 1953, la madre de Jorge VI, la reina viuda María, murió a los 85 años. Durante dos días, 120.000 británicos le rindieron homenaje en Westminster.
Lord Mountbatten, héroe caído
El 27 de agosto de 1979, Lord Mountbatten, primo de la reina y último virrey de la India, fue asesinado por una bomba que el grupo armado irlandés IRA colocó en su barco.
El atentando conmocionó al reino: almirante de la flota británica durante la Segunda Guerra Mundial, Louis Mountbatten, de 79 años de edad, era también tío del príncipe Felipe y mentor del príncipe de Gales, Carlos.
El 5 de septiembre, ante varios cientos de miles de londinenses, representantes de todas las fuerzas británicas, los marines estadounidenses, los soldados franceses, canadienses, indios y birmanos, le dieron una despedida grandiosa.
Tras el servicio religioso en Westminster, una escolta de seis ametralladoras llevó el féretro a la estación de Waterloo, desde donde fue transportado a Romsey, en el sur de Inglaterra, donde yace frente al mar.
Fervor popular por Diana
La muerte de la princesa de Gales a los 36 años de edad, el 31 de agosto de 1997, en un accidente de gtránsito en París causó conmoción en todo el mundo.
La reina fue criticada por haber tardado en reaccionar ante la muerte de la «princesa del pueblo». Más de un millón de ramos de flores fueron depositados frente a su casa en el Palacio de Kensington en Londres.
La organización del funeral fue complicada. Desde su divorcio del príncipe Carlos, un año antes, Diana había dejado de tener derecho al título de alteza real y a exequias nacionales.
El 6 de septiembre, cerca de un millón de personas asistieron al cortejo fúnebre en un pesado silencio salpicado de lágrimas.
Con las cabezas inclinadas, sus hijos Willliam y Harry siguieron el féretro hasta Westminster, bajo la mirada de 2.500 millones de telespectadores.
Margarita, 50 años después de su padre
Hermana menor de Isabel II, Margarita falleció el 9 de febrero de 2002, a los 71 años d edad, tras varios accidentes cerebrovasculares.
Su funeral se celebró el día 15 en la intimidad en Windsor, en torno a la reina madre, que tenía 101 años y estaba enferma.
Sus cenizas fueron enterradas en la capilla de San Jorge, junto a su padre, 50 años después del funeral de Jorge VI.
101 minutos de campanadas por la reina madre
Siete semanas después, el 30 de marzo, la reina madre Isabel murió mientras dormía.
El féretro de esta mujer convertida en símbolo de la resistencia a los nazis fue llevado a Westminster, donde más de 200.000 personas lo despidieron durante cuatro días.
El funeral tuvo lugar el 9 de abril.
La campana principal de la abadía de Westminster tocó a muertos durante 101 minutos. Más de un millón de personas se congregaron a lo largo de los 37 km de procesión hasta Windsor.
30 invitados con mascarilla para Felipe
El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, con el que la reina estuvo casada 73 años, murió en abril de 2021, un mes antes de cumplir 100 años y en plena pandemia de coronavirus.
Las restricciones limitaron su funeral el 18 de abril a solo 30 personas, con distanciamiento social y mascarillas.
El féretro fue llevado a la capilla San Jorge en un Land Rover especialmente diseñado por él. Sus restos fueron inhumados en la cripta real de Windsor, con instrucciones de trasladarlos a la muerte de la reina para que yazcan juntos.
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