Una ley que castiga a las ciudades que protejan a migrantes irregulares y que obliga a las autoridades locales a cooperar con los servicios de inmigración entró este martes en vigor en el estado de Florida, EE UU.
La nueva normativa pretende impedir la aparición de las llamadas ciudades santuario, distritos donde los extranjeros en situación irregular tienen algunas garantías para evitar juicios o deportaciones, reseñó El Nuevo Herald.
La ley SB 168 impulsada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aliado político del presidente estadounidense, Donald Trump, quien prometió acabar con este tipo de administraciones como parte de su política antimigratoria.
Sin embargo, una jueza de Miami, Beth Bloom, rechazó la demanda interpuesta por los grupos civiles y a favor de los migrantes, reseñó RT.
No obstante, la magistrada prohibió que los policías locales ayuden a transportar a los migrantes a través de las fronteras estatales cuando así los requieran las autoridades federales, argumentando que esta es una competencia del gobierno estadounidense.
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