La Policía Local de Siero, España, encontró en una vivienda del pueblo de Fresneda a una mujer que responde a las iniciales de B.M.O.A., de 68 años de edad, cuya desaparición fue denunciada en León en 1995.
Las autoridades recibieron un aviso sobre la ausencia durante días de la mujer, que residía sola en La Fresneda. Esa persona era conocida como Eva, de origen argentino, afincada durante muchos años en Asturias. Ante el aviso, la Policía local de Siero y una ambulancia del servicio de salud del Principado de Asturias fueron comisionadas para acudir al domicilio.
Una vez en el lugar, encontraron que el inmueble estaba cerrado con llave desde el interior. Esto indicaba que la moradora se encontraba en la vivienda, presumiblemente con algún trastorno o enfermedad física grave que la impedía abrir la puerta. Los agentes policiales procedieron a forzar una de las ventanas para acceder al interior, y permitir la entrada de personal facultativo.
Una vez dentro del domicilio, observaron que la mujer estaba consciente, sentada en el suelo, sin poder moverse, presentaba un cuadro de deshidratación aguda y desorientación. Fue asistida de forma inmediata y trasladada a un hospital con pronóstico reservado. Allí dio cuenta a los servicios sociales del ayuntamiento de Siero para su seguimiento y asistencia.
Durante la actuación los agentes intentaron obtener información sobre su identidad, pero al estar desorientada y no aportar datos concretos, la Policía de Siero inició las gestiones para determinar si tenía familiares que se hicieran cargo de la situación.
Tras las pesquisas y una vez comprobada la contrariedad de los datos sobre la identidad por los que era conocida en el vecindario y los que constaban en el domicilio y en el hospital, la Policía de Siero logró averiguar la auténtica identidad de la mujer. Se trata de B.M.O.A., de 68 años de edad. No figuraba como empadronada en Siero.
A través de fuentes se comprobó que esa persona permanecía denunciada como desaparecida desde 1995, cuando abandonó de forma repentina la localidad de León. Las gestiones policiales para el hallazgo de la mujer fueron continuas. Se llegó a pensar, por testimonios de familiares, que pudiera tratarse de la mujer cuyo cadáver apareció en la costa cántabra en 2001, pero a través de los análisis de ADN se descartó que el cadáver correspondiera a la desaparecida.
Las averiguaciones de la Policía local fueron puestas en conocimiento de la Policía Nacional, que coordinó las actuaciones para localizar a familiares de la paciente.
Familiares de la mujer acudieron este martes a dependencias policiales de Siero para agradecer el hallazgo y la asistencia humanitaria a la desaparecida y su familia.
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