Ocho portadores introdujeron este lunes el féretro de Isabel II en la Abadía de Westminster, adonde llegó en un afuste tirado por decenas de marineros para un funeral de Estado ante decenas de dignatarios mundiales que despedirá a la longeva soberana del Reino Unido.
El féretro, seguido a pie por el nuevo rey Carlos III, los otros tres hijos de la reina, el príncipe heredero Guillermo y su hermano Enrique, llegó poco antes de las 11H00 (10H00) a la puerta oeste de esta iglesia gótica, tras una breve procesión al ritmo del sonido de gaitas.
Minutos después, los asistentes al funeral cantaron «Dios salve al rey».
Felipe VI de España, Juan Carlos I y sus esposas compartieron bancos en la Abadía de Westminster durante los funerales, una imagen que no se veía desde hacía más de dos años, cuando el monarca emérito se exilió a Abu Dabi en medio de investigaciones sobre su fortuna.
En el sector de la abadía reservado a familias reales durante el funeral de Estado, cerca del féretro de la monarca, estaban, por este orden, de derecha a izquierda, Felipe VI, la reina Letizia, y los eméritos Juan Carlos y Sofía.
Felipe VI vestía su uniforme militar de gala, Juan Carlos llevaba traje negro, camisa blanca y una corbata también negra, mientras que sus esposas iban completamente de negro, con sombrero y, en el caso de Sofía, velo.
La imagen de los cuatro juntos no se veía desde enero de 2020, en los funerales de una hermana de Juan Carlos y tía del rey.
Juan Carlos I e Isabel II eran primos lejanos -la reina Victoria era tatarabuela de ambos-, y Felipe VI trataba de «tía Lilibeth» a la monarca cuyos funerales reúnen en Londres a decenas de dignatarios mundiales.
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