Miles de georgianos se reunieron nuevamente este martes, por sexto día consecutivo, en la céntrica avenida Rustaveli, frente al Parlamento de Georgia, para manifestar contra la decisión del gobierno de posponer hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
Con banderas de Georgia y la Unión Europea, los manifestantes corearon consignas a favor del camino europeo del país y expresaron su rechazo a «ser esclavos de Rusia».
Decenas de opositores han intensificado la tensión al lanzar petardos y otros objetos contra la policía y las fuerzas antidisturbios. El viceministro del Interior de Georgia, Alexandr Darajvelize, instó a los manifestantes a cumplir con la ley que regula las reuniones y manifestaciones.
En rueda de prensa, recogida por Efe, el viceministro informó que durante los cinco días previos de protestas, 143 agentes resultaron heridos y 298 manifestantes fueron arrestados. De estos, 5 enfrentan cargos penales, mientras que el resto enfrenta procesos administrativos. Las manifestaciones se han extendido a otras ciudades, como Batumi.
A pesar de las protestas, el presidente de la mayoría parlamentaria del partido gobernante Sueño Georgiano, Mamuka Mdinaradze, aseguró que las instituciones estatales operan con normalidad y descartó que estas movilizaciones puedan desestabilizar al país.
El primer ministro, Irakli Kobajidze, reiteró el compromiso del gobierno con la integración europea, pero acusó a la presidenta Salomé Zurabizhivili de actuar de manera «fascista» al alentar la participación de escolares en las protestas.
El gobierno anunció que a partir del miércoles la televisión pública acogerá debates entre miembros del Gabinete y figuras públicas críticas con el rumbo político del Sueño Georgiano.