Protegidos con paraguas y muy abrigados, los británicos se acercan este jueves hasta los centros de votación para participar en las elecciones generales, las terceras desde 2015 y las primeras en un siglo que se convocan en diciembre, donde el tema central sigue siendo el infinito proceso del brexit.
En una día frío y lluvioso, 46 millones de británicos están llamados a acudir a las sedes habilitadas en escuelas, centros comunitarios y otros recintos para votar en estos comicios, celebrados dos años y medio antes de lo previsto después de que el líder conservador y primer ministro en funciones, Boris Johnson, consiguió que la Cámara de los Comunes aprobara el adelanto electoral.
En Boroguh y Bankside, circunscripción al sur de Londres y tradicionalmente dominada por el voto laborista, decenas de personas llegan en un goteo incesante al centro comunitario de Queensborough, donde depositan sus papeletas desde las 7:00 am, hora local y GMT hasta las 10:00 pm.
Los colaboradores en la organización destacaron la gran afluencia de gente en esta jornada, que ha registrado largas filas de personas a la espera de ejercer su derecho, lo que «no solía ocurrir» en otras ocasiones.
Elizabeth, que hace una parada en el centro de camino al colegio de su hija, manifestó a Efe su «hartazgo» por la situación política en el Reino Unido y confesó que, a pesar de haber votado siempre a los laboristas, esta vez no lo hará por la ambigüedad de la postura ante el brexit de su líder, Jeremy Corbyn, a quien «ni su partido le cree», apostilló.
Johnson, que aspira a la mayoría absoluta, pretende ejecutar el brexit en el calendario fijado del 31 de enero de 2020, con el acuerdo que consensuó con la Unión Europea, mientras que Corbyn quiere un nuevo pacto, que posteriormente sometería a una votación en otro referéndum, con la opción de continuar en el bloque europeo.
Estas posiciones antagónicas crean un «clima de división e inseguridad que no favorecen al país y su economía», opinó Dave, un treintañero que regenta un comercio local en el barrio londinense de Elephant & Castle y que votará por los conservadores porque son los únicos que «no subirán impuestos».
En el punto habilitado en la Bank Side House, otro elector conservador que prefirió no desvelar su identidad auguró una «mayoría cómoda» para los «tories» y manifestó su deseo de empezar a hablar de temas importantes más allá del brexit, por el que confesó haber votado a favor en el referéndum de 2016.
Muy alejada de esta postura se mostró Anne, quien votará por los laboristas porque «nunca había visto tanta pobreza y carencias» en el país.
«A pesar de lo que digan los medios, este país necesita alguien que se preocupe con integridad y que mejore la vida de la gente normal. Ha habido una difamación, es ridículo», señaló sobre la figura de Corbyn.
«Estoy confundido. He votado en contra de mi tendencia natural porque no creo en el brexit, así que he votado a los liberal demócratas en vez de a los conservadores», declaró Peter, de 60 años de edad cuando se dirigía hacia su oficina.
«Creo que estas son probablemente las elecciones más importantes de la historia y por eso he votado tácticamente«, señaló a Efe Helen, una profesora de 50 años de edad que lamentó que no existiera un «partido de centro» porque la política «perderá un poco de su sentido» y se irá «aún más hacia los extremos».
El voto táctico puede resultar clave dentro del sistema mayoritario uninominal británico, en el que cada una de las circunscripciones es ganada por el candidato que consigue la mayoría de los votos y se descarta al resto.
Así, este voto ahonda en la principal cuestión a estas alturas: cómo conseguirá forjarse una mayoría en la Cámara de los Comunes -al menos 326 de los 650 escaños- para evitar o respaldar el divorcio con Bruselas.
Doris no ve una «clara mayoría». Ella es una septuagenaria que llega con andador hasta las puertas del centro para depositar su voto por primera vez para los liberal demócratas y que definió como su mayor preocupación el Sistema Nacional de Sanidad británico,
«Es el futuro de la gente y yo ahora tengo dependencia de ello», confesó a Efe la anciana sobre un asunto que también ha sido tema de disputa durante la campaña.
«Todo es un poco desastroso en lo que respecta a la imposibilidad del gobierno para tomar decisiones. Espero que logremos una solución de estas elecciones», comentó a Efe Pedro, un trabajador español de 37 años del sector financiero en la City londinense.
«Lo mismo está ocurriendo en España, otras elecciones y sin coalición, así que es totalmente normal», bromeó.
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