El presidente de Francia, Emmanuel Macron, designó este lunes su cuarto gobierno del año, encabezado por el centrista François Bayrou, quien tiene la misión de resolver la crisis política en un país donde las oposiciones de izquierda y derecha derribaron a su predecesor.
En el gabinete de Bayrou, los ex primeros ministros Élisabeth Borne y el franco-español Manuel Valls asumirán respectivamente los Ministerios de Educación y Ultramar.
El exministro del Interior, Gérald Darmanin, será el nuevo titular de Justicia, mientras que los ministros de Defensa, Sébastien Lecornu, Relaciones Exteriores, Jean-Noël Barrot, y Cultura, Rachida Dati, mantendrán sus cargos.
Otra figura que sigue en su puesto es el conservador ministro del Interior, Bruno Retailleau, quien ha prometido una firme lucha contra la inmigración ilegal.
Francia lleva meses inmersa en un estancamiento político tras las elecciones anticipadas de julio, que dividieron la cámara baja del Parlamento en tres grandes bloques.
La crisis, recordó AFP, se ha centrado en las últimas semanas en las diferencias entre el ejecutivo y la oposición respecto a los presupuestos de 2025 para la segunda mayor economía de la Unión Europea, los cuales aún no han podido ser aprobados.
La difícil tarea de elaborarlos, en medio de significativos déficits fiscales, recaerá en el banquero Éric Lombard, quien ha sido nombrado ministro de Economía.
El 3 de enero se reúne con Macron
«Estoy muy orgulloso del equipo que presentamos esta noche», escribió Bayrou en X, añadiendo que su «experimentado» gabinete tendría como objetivo «reconstruir la confianza».
Macron reunirá al equipo de Bayrou el 3 de enero para un primer Consejo de Ministros, indicó la presidencia.
La inclusión de dos ex primeros ministros refleja el deseo de Macron de conformar un gobierno fuerte, con la estabilidad necesaria para evitar que se repita el destino del anterior, encabezado por Michel Barnier, que fue censurado a principios de diciembre debido a una inédita alianza entre las bancadas de izquierda y ultraderecha, que criticaron sus austeros planes presupuestarios.
Bayrou, de 73 años, tenía la intención de incorporar a figuras de izquierda, derecha y centro para evitar el mismo destino que Barnier, pero su equipo de 35 miembros no cuenta con ningún integrante de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular.
Poco antes de que se hiciera el anuncio oficial, el político de derechas Xavier Bertrand, que se perfilaba para liderar el Ministerio de Justicia, anunció que no asumiría este cargo «debido a la oposición» del partido derechista Agrupación Nacional (RN).
«A pesar de las nuevas propuestas [de Bayrou], me niego a participar en un gobierno de Francia formado con el respaldo de Marine Le Pen», líder de RN, declaró Bertrand en un comunicado.
El primer ministro, líder del grupo centrista MoDem, aliado del partido de Macron, fue designado el 13 de diciembre. Muchos ya anticipan que su gobierno enfrentará serias dificultades para mantenerse en el poder.
Olivier Faure, líder del Partido Socialista, calificó en X al nuevo ejecutivo como «una provocación» y un gobierno de «extrema derecha».
Por su parte, el portavoz del RN, Jordan Bardella, afirmó que Bayrou había logrado formar una «coalición del fracaso».