El escándalo del contrabando de petróleo colombiano sacudió la agenda nacional por el tamaño del desangre y por ser la víctima Ecopetrol, la empresa estatal más importante, que cotiza en la sensible bolsa de Nueva York.
Tras las alertas del presidente Petro, la cabeza de la petrolera, Ricardo Roa, salió a revelar cifras demoledoras. Dijo que desde hace varias décadas, en el marco del conflicto armado, la infraestructura de la petrolera ha sido blanco de atentados terroristas, con desastre ecológicos a bordo.
Desde 2013 hasta lo corrido del 2023 se han retirado 9.925 válvulas ilícitas en los sistemas de transporte del Grupo Ecopetrol; en este mismo periodo, Ecopetrol ha sido víctima de 1.607 atentados terroristas contra su infraestructura de transporte, por parte de grupos armados particularmente del ELN.
Sus operadores han retirado cada año, en promedio, unas 1.000 válvulas de sus sistemas de transportes de crudo.
Pero es la primera vez que en la cadena delincuencial se destapa la complicidad de empresarios.
La mafia detrás del crudo
Una de las infraestructuras que más atacan es el oleoducto Caño Limón-Coveñas.
De acuerdo con el presidente de Ecopetrol, el ELN y grupos ligados al narcotráfico han sido los que más se han beneficiado del saqueo: se quedan con un 65 e incluso un 70 por ciento del crudo hurtado.
Fuentes enteradas le dijeron a El Tiempo que la compañía ha implementado sistemas de detección de estos hurtos, a través de drones y de partículas que detectan fugas irregulares.
Además de la tecnología, se trabaja de la mano con la Fiscalía y con la Policía, lo que ha permitido la captura de más de 350 personas.
A eso se unen las investigaciones forenses externas para detectar irregularidades.
La exjueza vinculada
A pesar de los controles que la petrolera viene implementando desde hace varios años, la justicia tiene decenas de casos abiertos por este silencioso saqueo.
En el caso que ha generado rechazo, la diferencia es la presencia de reputados empresarios que habrían resultado beneficiados del desangre a la estatal petrolera colombiana.
El que más ha sonado, después de que El Tiempo le puso el foco, es la cabeza de Niman Commerce S.A.S., Hernando Silva Bickenbach.
Pero dentro del proceso también figura una dama: Paola Margarita Martínez Sánchez, una abogada de profesión que se desempeñaba como subgerente de la sociedad Swiss Terminal Barranquilla y que antes de ocupar ese cargo alcanzó a ser juez, un par de meses.
De acuerdo con el expediente, se determinó que Martínez Sánchez sería “quien realizaba los almacenamientos de los hidrocarburos provenientes de países como Curazao, Venezuela, Panamá, hidrocarburos que eran ingresados como productos residuales cuando en realidad son crudos”.
La defensa de Martínez Sánchez dice que tiene los medios de prueba para acreditar lo contrario a lo que ha señalado el ente acusador.