El «paro armado» de 72 horas iniciado el viernes por la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional paralizó en su primer día la región del Catatumbo y llevó zozobra a otras zonas de Colombia, aunque sin causar muertes.
Las acciones armadas de la guerrilla afectaron el transporte de pasajeros y carga en la región del Catatumbo, en el departamento Norte de Santander, aunque también hubo problemas en departamentos como Arauca y Cesar, limítrofes con Venezuela.
En respuesta, el presidente Iván Duque dijo que el ELN se aleja de cualquier posibilidad de reanudar los interrumpidos diálogos de paz porque con sus acciones terroristas privilegia el crimen y el terrorismo.
«El ELN se alejan del diálogo con el terrorismo… siempre se han alejado con el terrorismo», manifestó.
Recordó que el gobierno ha puesto en máxima alerta sus unidades militares para contrarrestar y evitar las acciones de los insurgentes. La medida se notó por el despliegue de soldados armados en Bogotá y otras partes del país.
Guerra a muerte entre las guerrillas ELN Y EPL
Con el «paro armado» el ELN busca mostrar su fuerza, especialmente en el Catatumbo. Allí libra una guerra a muerte por ese territorio con un reducto de otra guerrilla, el Ejército Popular de Liberación, EPL, considerado por el gobierno un grupo narcotraficante.
Con el «paro armado», la guerrilla suele restringir la circulación de vehículos, especialmente por carreteras y calles de pueblos alejados.
Los panfletos distribuidos en el Catatumbo por el ELN indican que pretende dar carácter nacional a sus amenazas y que el paro será hasta el lunes 17.
Ek viermes en la madrugada, supuestos guerrilleros del ELN activaron artefactos explosivos en el sector de Pedregales del municipio El Zulia.
También destruyeron, a la altura de la localidad de Sardinata, dos carriles de la carretera que comunica a Ocaña.
Igualmente derribaron con explosivos una torre de telefonía celular que estaba en construcción en la localidad de Hacarí.
En otros sitios artificieros del Ejército detonaron de manera controlada cargas explosivas que dejó la guerrilla.
En el Cauca, desconocidos quemaron un camión que transportaba motocicletas cerca de un resguardo indígena del municipio Páez.
Y en Pailitas, pueblo del departamento del Cesar, un camión cisterna fue incendiado y un autobús atacado a tiros por hombres armados.
Comunidades desesperadas
Ante el deterioro del orden público y las amenazas, autoridades de varios municipios pidieron ayuda a Duque y a organismos de derechos humanos para retornar a la normalidad.
«Hago un llamado al gobierno nacional para que atienda esta grave crisis humanitaria. De la mano de las comunidades, hago un llamado enérgico para que a través del diálogo concertado se llegue a la solución de este conflicto que está afectando y tiene confinada a la población del Catatumbo», dijo Dimar Barbosa, alcalde de Convención.
El Catatumbo es una región selvática y montañosa. Abarca la mitad septentrional de Norte de Santander. Está conformada por los municipios Tibú, El Tarra, Sardinata, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Ocaña, Hacarí, La Playa, Ábrego y Bucarasica.
El alcalde hizo también un llamado a los grupos armados: «Respeten la vida, la honra y la integridad de los habitantes de Norte de Santander y del Catatumbo».
Desde la firma del acuerdo de paz del gobierno de Colombia con las FARC y la desmovilización de esa antigua guerrilla, los espacios que sus frentes ocupaban en el Catatumbo pasaron a ser objeto de disputa entre el ELN y el EPL por constituir un paso estratégico para el tráfico de cocaína hacia Venezuela.
El Frente de Guerra Libardo Mora Toro, del EPL, se anticipó al ELN y el miércoles inició su propio paro armado en la región.
Acusó a la guerrilla rival de negarse a una salida del conflicto por medio del diálogo.
Rodrigo Londoño, presidente del partido FARC, rechazó esas acciones. Aseguró que no puede estar de acuerdo con el paro armado porque no consulta las masas, sino que les impone decisiones y precipita la guerra que quiere la derecha.
Medidas para enfrentar la crisis
El gobernador de Norte de Santander, Silvano Guerrero, envió una comisión a Ocaña donde este viernes se reunió con autoridades civiles y militares de los pueblos del Catatumbo.
Acordaron medidas como activar planes de contingencia para responder inmediata a las emergencias humanitarias.
Con el apoyo de cooperación internacional promoverán un censo de poblaciones en condición de confinamiento y desplazamiento.
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