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El último mensaje de Humberto Ortega, hermano de Daniel Ortega: “Soy un prisionero político”

por El Nacional El Nacional

Humberto Ortega, hermano y crítico del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, quien falleció el lunes en un hospital militar de Managua, se declaró como un prisionero político en un mensaje que envió al medio Confidencial tres semanas después de quedar bajo arresto domiciliario.

El mensaje enviado desde un teléfono celular que guardaba a escondidas en su casa, después de que la Policía incautó todos sus medios de comunicación durante un allanamiento el 19 de mayo, quedó en resguardo del Confidencial, que en ese momento publicó una denuncia sobre su estado de salud y condiciones de aislamiento citando una presunta fuente cercana a su familia.

Dos días después, el mismo medio reveló que en la noche del 11 de junio, el general en retiro Humberto Ortega fue trasladado de emergencia al Hospital Militar, con síntomas de un infarto cardíaco, y fue ubicado en una sala del cuarto piso de ese centro hospitalario, donde permaneció, bajo aislamiento total, hasta el día de su muerte.

Hasta los momentos se desconoce el paradero de Angélica Chavarría, la pareja de Humberto Ortega, que lo acompañó durante más de tres semanas en su casa, también bajo arresto domiciliario, y quien hoy se encuentra en condición de “desaparición forzosa”

El último audio de Humberto Ortega

En su último audio, Humberto Ortega Saavedra denunció que tanto él como su pareja se encontraban en completo aislamiento. Además, dijo que se le negó la posibilidad de recibir tratamiento médico privado, así como el derecho a recibir visitas, incluyendo la de familiares cercanos. 

«Mi condición de salud está muy precaria, y hace unas horas más, por lesiones que han brotado y amenazan en mis piernas, infección que se podría extender a mi corazón. Todo el estrés que mi prisión injusta multiplica puede producir un desenlace fatal en cualquier instante», dice parte del mensaje enviado al Confidencial.

«El gobierno de Nicaragua del presidente Daniel Ortega tiene en sus manos la solución inmediata para la libertad incondicional de mi persona. Reitero mi convicción de que ayudaría en la rápida mejoría de la situación general de Nicaragua, para que busquemos el acercamiento, la reconciliación, los acuerdos que sean necesarios para el bienestar y provecho de cada uno de nosotros los nicaragüenses. Tal como en el pasado histórico, el presidente Ortega y mi persona coincidimos en resolver problemas de guerra, luto y dolor», añadió.

Finalmente, el general del Ejército retirado concluyó: «Con el espíritu siempre firme y optimista clamo por que este capítulo lamentable finalice ya».