El sector de la aviación en América Latina confía en volver a niveles prepandemia en 2024, aunque Estados Unidos y Canadá lo podrían hacer un año antes, un proceso de recuperación que, no obstante, afronta importantes retos, según las actuales perspectivas que maneja la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Así lo reveló el miércoles Filipe Reis, director regional de Servicios de Aeropuerto, Pasajeros y Cargo de IATA durante la Conferencia GHI Américas, organizada por Ground Handling International, donde subrayó que estas previsiones están sujetas a la evolución del covid-19 e incluso al impacto en las economías por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Aún así, a escala global, «las perspectivas son positivas», precisó el ejecutivo, quien destacó el repunte del tráfico aéreo en América Latina, que registra en la actualidad en términos de pasajeros internacionales 23% menos que antes de la pandemia.
Mientras, al mercado estadounidense le resta 26% para ubicarse a los niveles prepandémicos, apuntó Reis.
Son cifras que reflejan una recuperación importante en el continente americano, habida cuenta de que, en términos globales, el sector se ubica al 50% de alcanzar los registros anteriores a la pandemia de coronavirus, de acuerdo con los datos de IATA, que engloba a casi 300 líneas aéreas mundiales y que representan 80% del sector.
Con la mirada puesta a largo plazo, la asociación ve factible que en términos globales el tráfico aéreo se ubique hacia el año 2040 en torno a los 8.000 millones de pasajeros, una proyección a 20 años que va «en línea con los desarrollos históricos» y que, además, supone el doble del registro previo al covid-19, dijo Reis.
«Durante la pandemia perdimos 1.000 millones de pasajeros, el impacto fue muy fuerte», reconoció el ejecutivo, con 30 años de experiencia en el sector y quien, en declaraciones a Efe, confesó que «nadie hubiera imaginado» una crisis de la magnitud de la que disparó el coronavirus.
Preguntado por Efe sobre las lecciones que deja la pandemia en esta industria, Reis resaltó la importancia de «mantenerse flexibles y trabajar de forma muy cercana» con los aeropuertos y los gobiernos, con los que, apuntó, hay que «seguir fortaleciendo las relaciones».
«Las crisis siempre vendrán, pero lo mejor preparados que estemos tendrá que ver en gran parte con la capacidad de diálogo y entendimiento que tengamos con los demás ‘stakeholders’ (partes interesadas) de la cadena», añadió.
Crecimiento sólido de la carga aérea
La carga aérea creció tras la interrupción de la logística global que desató la pandemia, en especial en la carga marítima, lo que llevó a una «sustitución importante» por parte del sector aéreo, lo que incluso llevó a algunas aerolíneas a utilizar sus aviones de pasajeros para suplir la demanda.
«Antes de la pandemia, los ingresos de carga significan para las aerolíneas en números globales 12% o 15%. Tenemos miembros que durante el pico de la pandemia la representación de la carga dentro del total de sus ingresos fue más de 30%», señaló el ejecutivo, tras comentar que este tipo de transporte es un «significativo soporte».
Esta compensación, no obstante, fue insuficiente para cubrir la pérdida de pasajeros, que en el caso de algunas aerolíneas fue de 90%, con casos extremos en mercados de Asia que llegaron hasta 98%, un golpe que obligó a casi duplicar el volumen de deuda entre los años 2019 y 2021, y que es ahora una «preocupación» para la industria, precisó Reis.
El directivo de IATA puso de relieve que a fines de la década de 1990 hubo una tendencia entre muchas líneas aéreas a eliminar sus flotas de aviones cargueros; no obstante, en la actualidad, hay una suerte de «rebrote» y se observa ahora a compañías como Latam que duplican su flota de cargueros.
Esta corriente actual, originada en parte a raíz del coronavirus, es una oportunidad en el mercado actual que refleja que el beneficio del comercio electrónico en la carga aérea ha sido «mas relevante aún de lo que muchos imaginaban».
La infraestructura y otros retos del sector
«El e-commerce y Amazon (la plataforma de comercio electrónico) van a seguir propulsando a la industria, pero a la vez requiere una serie de cambios», recalcó el ejecutivo.
Durante su ponencia, Reis señaló que ya desde antes de la pandemia en América Latina había necesidad de incrementar la infraestructura en este sector, y añadió que en esta región hay «muchos países» con limitaciones en este contexto, para lo cual se hallan en diálogo con los gobiernos.
Otro asunto pendiente, prosiguió, es hacer más competitiva a la región, donde «es muy caro volar», así como avanzar con la sostenibilidad del medio ambiente.
Para ello, la industria analiza fuentes de energía a base de hidrógeno así como baterías eléctricas y lo que llaman «combustibles sostenibles», que son derivados de residuos agrícolas.
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