El Tribunal Supremo de Estados Unidos, de mayoría conservadora, reactivó este martes de forma temporal las restricciones impuestas por el gobierno de Joe Biden a las armas de fuego de fabricación casera, conocidas como ghost guns (armas fantasma).
Cinco de los nueve magistrados de la más alta instancia judicial del país votaron a favor de que se suspenda la decisión de un tribunal inferior que había invalidado las limitaciones impuestas por la administración de Biden a ese tipo de armamento, a la espera de que el caso se resuelva.
En abril de 2022, Biden anunció una medida para regular las armas de fabricación casera, que se denominan fantasma porque son difíciles de rastrear al carecer de número de serie.
Para solucionarlo, la Casa Blanca decidió cambiar la definición de arma bajo la ley federal para incluir aquellas que están en piezas y las fabricadas con impresoras 3D.
Bajo la nueva norma, objeto de disputa en los tribunales, los kits de las piezas que componen las «armas fantasma» deben tener números de serie que permitan su identificación y quienes los compren deben someterse a la misma verificación de antecedentes por la que pasan quienes adquieren armas tradicionales.
Meses después del anuncio un juez federal de Texas consideró que el gobierno federal había excedido su autoridad con esa medida y bloqueó la regulación a escala nacional, en respuesta a una demanda presentada por dos particulares que querían crear sus propias armas de fabricación casera.
En consecuencia, el Ejecutivo optó por recurrir al Supremo alegando que «departamentos de policía en toda la nación han afrontado una explosión de delitos con ‘armas fantasma».