El cofundador de OceanGate, que desarrolló el sumergible Titán, defendió a la compañía de las críticas recibidas en las últimas horas respecto a la seguridad de la nave que implosionó en el Atlántico con 5 personas a bordo.
Guillermo Söhnlein, argentino de nacimiento y nacionalizado estadounidense, le dijo a la BBC que quienes critican la seguridad del Titán, incluido el director de cine James Cameron, no estaban completamente informados.
OceanGate fue cuestionada por no haber sometido el sumergible a una certificación de seguridad otorgada por una compañía externa.
«Cualquier experto que evalúe esto, incluido Cameron, también admitirá que no estuvieron allí para el diseño del sumergible; para la ingeniería del sumergible, para la construcción del sumergible y ciertamente no para el riguroso programa de pruebas que pasó el sumergible», agregó.
«Programa sólido»
Söhnlein creó en 2009 OceanGate junto con Stockton Rush, director ejecutivo de la compañía que viajaba el domingo en el sumergible Titán y murió. El argentino dejó la empresa hace 10 años pero aún conserva una participación minoritaria.
El empresario expresó que había sido una «pérdida trágica para la comunidad de exploración oceánica»; pero que «cualquiera que opere en esa profundidad del océano, ya sean sumergibles aptos para humanos o sumergibles robóticos, sabe el riesgo de operar bajo tal presión y que en cualquier momento dado, en cualquier misión, con cualquier embarcación, corre el riesgo de este tipo de implosión».
Agregó que pensaba que la tecnología y la innovación pueden superar la regulación y que los desarrolladores están en una mejor posición para comprender los riesgos para minimizarlos de mejor manera.
«Este fue un programa de desarrollo de tecnología de 14 años y fue muy sólido. Y ciertamente condujo a exitosas expediciones científicas al Titanic en los últimos tres años». dijo.
El cineasta James Cameron, director de la película Titanic y quien bajó 33 veces hasta las profundidades del océano para ver los restos del transatlántico, recordó el jueves en diálogo con la BBC que OceanGate había sido advertida.
Una carta enviada a OceanGate por la Sociedad de Tecnología Marina en marzo de 2018 y divulgada por The New York Times afirmaba que «el actual enfoque ‘experimental’ adoptado por OceanGate podría tener resultados negativos (de menores a catastróficos)».
Por separado, documentos judiciales estadounidenses muestran que un exempleado de OceanGate advirtió de posibles problemas de seguridad con la nave ya en 2018.
El entonces director de operaciones marítimas de la empresa, David Lochridge, presentó ese año un duro informe en el que aseguraba que el sumergible necesitaba más pruebas para garantizar que era capaz de bajar hasta los 4.000 metros de profundidad de manera segura para sus ocupantes.
Dichas críticas le costaron a Lochridge su empleo y de paso una demanda judicial, gracias a la cual su reporte terminó en manos de un tribunal del estado de Virginia (Estados Unidos).