El río Nilo Azul a su paso por Sudán registró su mayor crecida en cien años, anegando el centro de la capital, Jartum. Esto en medio de intensas lluvias que en las últimas semanas han causado decenas de muertos y han destruido miles de inmuebles.
El ministro sudanés de Irrigación y Recursos Hídricos, Yaser Abas, informó este miércoles en una rueda de prensa de que la estación de aforo del Nilo en Jartum registró la mayor subida del caudal del río en cien años, al aumentar once centímetros más con respecto al nivel de septiembre de 2019.
Nivel récord
Este miércoles el caudal alcanzó los 17,37 metros, frente a los 17,26 metros de hace un año, una marca que se mantendrá durante unos dos días y que superó los niveles registrados durante las destructivas inundaciones de 1946 y 1988.
«Los niveles en Jartum y en Shendy, en el norte del país y el Nilo principal, llegaron a nivel récord que pueden causar inundaciones en las dos orillas del río», alertó el ministro.
El agua del río llegó hasta la capitalina calle del Nilo, donde se ubican la mayoría de los ministerios e instituciones del gobierno sudanés, además de anegar parte de una calle cercana a la Universidad de Jartum y alcanzar la sede del Consejo de Ministros, según pudo constatar Efe.
La Defensa Civil acudió al lugar para retirar el agua y colocar barreras para proteger la zona.
El experto en inundaciones del ministerio, Abdelrahman al Zein, descartó en la misma comparecencia que la crecida está vinculada con una presa que construye Etipía en el Nilo.
«Etiopía realizó un primero llenado de la presa en julio pasado. Esta subida del Nilo está causada por las lluvias en el macizo etíope», dijo.
Según los últimos datos ofrecidos el pasado jueves por el Consejo de la Defensa Civil, las intermitentes precipitaciones han causado 74 muertos en el país desde su inicio a comienzos de julio, mientras que 17.063 casas han sido destruidas por completo y 25.562 de forma parcial.
La estación de lluvias en Sudán empieza en junio y se prolonga hasta octubre.