El rey de España Felipe VI en su visita en Cuba afirmó ante el presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, que los españoles han aprendido que es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas.
“La fortaleza que la democracia otorga a sus instituciones es la que permite el progreso y el bienestar de los pueblos, hacer frente a los riesgos y desafíos que inevitablemente surgirán en el camino”, dijo el rey en el Palacio de los Capitanes Generales.
Allí, los reyes Felipe y Letizia han ofrecido una cena de devolución a Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta, en el segundo día de su visita de Estado a Cuba.
El rey ha ofrecido la experiencia española para, sobre la base del respeto, poder acompañar el proceso de cambio en el que está inmersa Cuba.
Esa experiencia parte de que España, dijo, “supo dotarse, en 1978, de una Constitución basada en el pacto, la negociación, e inspirada en el consenso y la reconciliación, refrendado por el pueblo español en el ejercicio de su soberanía”.
Agregó que los españoles han vivido sus mejores años como un país plenamente democrático.
En su discurso, Felipe VI ha lanzado un mensaje contundente al afirmar que es una lección de la historia que la evolución, la adaptación y el cambio son inevitables y que nada queda congelado en el tiempo. Aseveró que quien se resiste a su paso pierde la oportunidad de colaborar en el diseño del futuro.
“Es necesaria la existencia de instituciones”
“¿Cuál será ese futuro? Lo tiene que dilucidar el propio pueblo cubano”, continuó el rey. Afirmó, además, que los cambios no pueden ser impuestos y que el éxito depende de la voluntad ciudadana.
“Es necesaria la existencia de instituciones que representen a toda la realidad diversa y plural que existe de los ciudadanos. Que estos puedan expresar por sí mismos sus preferencias”, agregó.
Las palabras del rey fueron bien recibidas por el presidente Díaz-Canel. A la cena, celebrada en el patio del Palacio de los Capitanes Generales, asistió más de un centenar de personas entre españoles y cubanos, incluyendo a la sociedad civil.
Los asistentes manifestaron su agrado por el discurso del rey Felipe VI.
“Ningún país aislado”
“Ningún país puede permitirse vivir aislado” y corresponde a las autoridades dar a los ciudadanos todo el potencial y oportunidades de viajar y recibir turistas, acceso tecnológico y pleno desarrollo de la creatividad desde la creación cultural hasta empresarial, afirmó Felipe VI.
También dejó claro que el enfoque español para acompañar la evolución de otras sociedades pasa por reforzarlas, potenciar su capacidad de prosperidad y aprovechar las oportunidades y el contacto con otras economías.
Resaltó que para un escenario como el descrito, es necesario que existan leyes y normas. Estas permitirán el emprendimiento y generar beneficios para ello y una contribución a toda la sociedad.
Ese mensaje claro a favor de la democracia y del bienestar económico formó parte de un repaso de la historia común de España y Cuba, teniendo en cuenta que la visita de los reyes se ha organizado con motivo de los 500 años de la fundación de La Habana y pretende dejar claro que la relación entre los dos países no está sujeta a vaivenes políticos.
Un vínculo atemporal, no conyuntural
“El vínculo entre España y Cuba es profundo, no es superficial, es atemporal, no coyuntural, y lo es en gran medida más humano y entre pueblos o sociedades”, afirmó Felipe VI.
En la conmemoración de la historia común, Felipe VI señaló que la fundación de La Habana fue parte del modelo de presencia de España en América en el que los nuevos territorios se incorporaban a la corona en pie de igualdad con los demás reinos.
También indicó que su país llevó a La Habana instituciones, ideas y valores universales, hospitales e imprentas al igual que aportes con base en derecho internacional y derechos humanos universales.
Felipe VI mencionó que fue un proceso histórico que debe ser valorado y comprendido, lógicamente, en la óptica de los siglos en que tuvo lugar y, de ser así, reconocer que en América se gestó un Nuevo Mundo, un mundo en el que convivían diferentes pueblos y culturas.
La visita de los reyes Felipe y Letizia culmina este jueves luego de que ambos acudan a Santiago de Cuba para rendir homenaje a los españoles, cubanos y estadounidenses que allí murieron en 1898.
“Tendré bien presente las palabras de José Martí cuando dijo que aquella fue una guerra sin odio… Aquella sangre derramada, nuestra y vuestra, no ha dejado odio alguno entre nuestros pueblos y siguen vivas por siempre, mezcladas, acá y también allá, en tantas y tantas familias”, culminó el rey.