El Principado de Asturias se ha convertido en uno de los destinos predilectos de los migrantes venezolanos y colombianos que buscan en España un refugio ante la crisis que padecen sus países.
Durante los seis primeros meses de 2019, el Instituto Nacional de Estadística registró la mayor llegada de migrantes al Principado desde el inicio de la crisis, en 2008. Colombia y Venezuela son los dos países que más población están dirigiendo al Principado.
Algunas de las razones por la que los migrantes latinoamericanos escogen Asturias como su nueva residencia es porque muchos nacieron en el Principado y se fueron muy pequeños o tienen familia que vive en el lugar.
Una colombiana en Asturias
A sus 32 años de edad, la colombiana Diana Molano, nacida en Bogotá, decidió en octubre del pasado 2019 trasladar su lugar de residencia y emigrar a Gijón. Sus padres ya vivan en Asturias; sin embargo, esperó a que sus hijos acabaran la escuela en Colombia para migrar.
La colombiana se dedicaba a trabajar como auxiliar administrativa en una empresa de repuestos para motos en Bogotá. Aunque aún no tiene empleo en el Principado, espera encontrar una labor similar a la que realizaba en su país.
Aseguró que encuentra en Asturias un lugar muy bonito y donde reina el respeto. A diferencia de su país, donde afirma que la situación en seguridad es complicada.
«Cuando uno toma el autobús, aquí se respeta al resto de pasajeros. En Colombia era un caos agarrar un transporte público. Allí se refleja la amabilidad de los asturianos. No veo ninguna desventaja al Principado», dijo.
Retornó desde Venezuela
Antonio Gabriel Ormigos se mudó a Venezuela cuando apenas tenía 12 años, pero nació en Asturias. Por eso, a sus 69 años de edad decidió volver para quedarse. El retornado eligió Gijón para asentarse con su pareja.
«Uno siempre quiere volver al lugar donde nació y aunque no me queden muchos familiares aquí, recuerdo haber venido a Gijón en alguna ocasión y me gusta», relató al diario La Voz de Asturias.
Destacó que la razón que lo motivó a volver a Asturias fue la inseguridad que se vive en Venezuela. Indicó que aunque no tenía problemas económicos, veía cómo gran parte de los venezolanos pasa hambre.
«Eran como dos países diferentes: una parte pudiente con todo el dinero, por un lado, y por el otro, mucha gente que pasa hambre, que es la mayoría de los venezolanos. Allí ya no iba seguro por la calle por miedo a que me robaran, atracaran o, incluso, secuestraran», explica Ormigos.
Destacó que se siente seguro en el Principado porque puede caminar por la calle usando su celular sin miedo.
Sin embargo, consideró que la desventaja de Gijón es que la economía está en recesión y es muy difícil para los negocios pequeños mantenerse en pie. Agregó que a sus 69 años de edad sigue teniendo ganas de trabajar, aunque es consciente de que a su edad es complicado.