El viernes, 9 de junio, los cuatro niños perdidos en la selva del Guaviare fueron rescatados gracias a un esfuerzo conjunto de los Comandos Especiales y la Guardia Indígena, quienes llevaron a cabo una ardua y extensa búsqueda.
Lesly (13 años), Soleiny (9 años), Tien (4 años) y Cristin Neriman (1 año) fueron hallados en la vereda Palmarosa, en zona rural de Solano, Caquetá, tal como lo reveló EL TIEMPO. Tras el hallazgo, vino el reencuentro con la Guardia Indígena, en medio de cantos, arrullos y rituales propios de su cultura.
Las primeras imágenes de este conmovedor momento fueron compartidas recientemente por RTVC. «Encontramos a los niños. Bendito sea Dios. La fe nos ha puesto en el camino que queríamos», señaló un miembro indígena tras hallar a los pequeños.
En los videos difundidos, se logra observar cómo, tras el hallazgo, los menores son alimentados, abrazados y cargados en sus brazos por los miembros de su comunidad. En un segundo video, se registra también el reencuentro con la Fuerza Pública.
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— RTVC Noticias (@RTVCnoticias) June 11, 2023
Pidieron permiso a la madre naturaleza
«En el momento en el que encontramos los niños sacamos tabaco, agua bendita, incienso para desenmascararlos de ese mal que cargaban. Eso fue lo que se hizo primero por seguridad, por salud», detalló Edwin Manchola, miembro de Acilap, al Sistema de Medios Públicos.
Miguel Romario, otro integrante de la Guardia Indígena, confesó que antes de iniciar la búsqueda pidieron permiso a la madre naturaleza y, además, resaltó la labor y el liderazgo del mayor Eliecer Muñoz, proveniente de un resguardo ubicado en Caquetá.
«Nosotros manejamos una inteligencia espiritual. Primero nos sentamos en la noche y por medio de nuestra plantas medicinales, el tabaco, el mambe y el yagé, logramos encorralar espiritualmente. Ya nos habían dado los lugares exactos donde estaban los niños», sostuvo Romario.
Y añadió: «Corrimos al río Apaporis, trazamos una ruta a un caño que quedó marcado como la Y, y arriba el abuelo comenzó a cerrar espiritualmente». De la misma manera, el miembro de Acilap exaltó el trabajo de las Fuerzas Miliares y el apoyo que brindaron en materia no solo de búsqueda, sino también de alimentación.
Aunque el proceso fue largo y arduo, la esperanza en hallar a los menores nunca se perdió. Pedro Sánchez, general de los Comandos Especiales, reconoció que sin la ayuda de la comunidad indígena el rescate no habría sido posible.
«Tal vez yo sea la cara visible, pero ellos (la Guardia Indígena) son los que hicieron esto posible», dijo el oficial sobre la Operación Esperanza, que ahora pasó a llamarse Operación Milagro.
Luego de ser estabilizados en la base militar de San José del Guaviare, los niños fueron trasladados el sábado, 10 de junio, al Hospital Militar en Bogotá, donde permanecerán al cuidado de los especialistas por alrededor de dos semanas.