Las cifras del primer trimestre de 2022 arrojan una tendencia al incremento de la violencia, con más líderes asesinados en los primeros tres meses en comparación con los del año anterior y más masacres, según los datos de la ONG Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (Indepaz).
Entre enero y marzo de 2022, 48 líderes, lideresas y defensores de derechos humanos fueron asesinados en el país, en comparación con los 42 que se registraron en 2021, de acuerdo con los datos publicados este jueves por la organización.
La cifra de firmantes del acuerdo de paz, por su parte, descendió, con 11 excombatientes asesinados en lo que va de año respecto a los 14 que fueron víctimas el año anterior.
En cuanto las masacres, aumentaron en 4, pasando de 23 a 27 en el primer trimestre de 2022, y de 84 víctimas a 94.
El último líder asesinado en estos primeros tres meses del presente año fue Sarcelino Lana, un indígena de 29 años, que era gobernador indígena del resguardo Tamandó, ubicado en el municipio de Medio Atrato-Beté, en el departamento del Chocó, fronterizo con Panamá.
Desde que arrancó el año, el país andino se ha visto inmerso en una escalada de la violencia que, además, se ha visto enmarcada en el proceso electoral con el que Colombia renovará todas sus instituciones, tanto el Congreso como la Presidencia.
La ONU ya se ha mostrado preocupada por la ola de violencia en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, donde la guerra entre el ELN y las disidencias de las FARC ya ha dejado más de 130 personas asesinadas.
Junto con Arauca, los departamentos de Norte de Santander y de Valle del Cauca siguen sometidos a la violencia. En este último, el martes desconocidos asesinaron a tres personas en una zona rural del municipio de Buga.
Los cuerpos baleados fueron hallados en una vivienda del corregimiento Chambibal.
Un firmante de la paz indígena, Jorge Canchi Ramos, es el último excombatiente asesinado en este primer trimestre. Fue tiroteado en el municipio de El Tambo, en el departamento del Cauca.
«Este asesinato se suma a hechos de violencia contra firmantes de la paz que se han agudizado en todo el país», lamentó la Corporación Nacional de Reincorporación Comunes (CNRC). Ramos fue el segundo firmante en menos de una semana en el Cauca.