El presidente de Pakistán, Arif Alvi, aprobó este miércoles la disolución del Parlamento por solicitud del primer ministro, Shehbaz Sharif, tres días antes de que expire la actual legislatura.
«El presidente Arif Alvi disolvió la Asamblea Nacional» esta noche, dijo un comunicado de la Presidencia.
Las elecciones generales deberán celebrarse dentro de los 90 días siguientes a la disolución de la Cámara, según la Constitución paquistaní.
No obstante, miembros del gobierno sembraron dudas en los últimos días sobre la posibilidad de que se vaya a cumplir este plazo, después de que el pasado fin de semana quedase aprobado el nuevo censo de Pakistán, lo que implica una modificación de los distritos electorales que podría retrasar los comicios.
La disolución temprana de la Asamblea puede interpretarse como un movimiento de Sharif para alargar la celebración de los comicios, puesto que en caso de haber completado su mandato, las elecciones generales deberían convocarse con un máximo de sesenta días desde el fin de la legislatura.
El propio Sharif había anunciado horas antes durante una intervención ante la Cámara su intención de disolver su gobierno esta noche, a falta de la aprobación del presidente paquistaní.
Además, comunicó que el jueves se reuniría con el líder de la oposición en la Asamblea para discutir el nombramiento del nuevo primer ministro interino, que conducirá el país hasta la celebración de los comicios y la elección de un nuevo primer ministro.
Sharif llegó al gobierno en abril del año pasado, tras derrocar mediante una moción de censura al ex primer ministro Imran Khan, quien la semana pasada fue condenado a tres años de cárcel.
Khan ha enfrentado cientos de cargos en su contra desde su salida del poder, de la que responsabiliza a una conspiración promovida por Estados Unidos y que contó con el visto bueno del todopoderoso Ejército de Pakistán.
Uno de estos casos, que le acusaba de corrupción, fue precisamente el que dio pie a la condena a tres años de prisión por la que fue arrestado el pasado sábado y llevado a prisión, donde permanece desde entonces a la espera de que el recurso judicial presentado por sus abogados este miércoles prospere.
Khan fue condenado a tres años de cárcel por no revelar la cantidad de dinero que ganó vendiendo regalos recibidos durante su mandato como primer ministro de 2018 a 2022.
La sentencia además supuso su inhabilitación para ejercer cargos públicos durante los próximos cinco años, lo que no le permitirá concurrir a las elecciones.
Esta sentencia tiene una motivación política, ya que asegura que el principal objetivo era mantenerlo fuera de la carrera electoral, según Khan.
Esta es la segunda vez que el carismático líder opositor es arrestado desde su destitución. Su primer arresto, a mediados del pasado mayo, terminó días después entre intensa agitación social en el país impulsada por sus partidarios exigiendo su liberación.
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