El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, pidió que se le administre la vacuna contra el covid-19 en una nalga en plena polémica por la negativa del mandatario a vacunarse en público.
El ministro de Sanidad, Francisco Duque, defendió la decisión de Duterte y aseveró que «hay que respetarla». «Su decisión podría verse como la decisión de la monarquía británica. La reina de Inglaterra no quiere que la vacunen ante todo el mundo», señaló.
A pesar de que las voces críticas consideran que Duterte prefiere vacunarse en privado para no mostrar qué dosis se le aplica en plena polémica por la seguridad de las vacunas distribuidas por el Estado, Duque dijo que lo importante es «si vacunarse en la nalga tiene el mismo efecto» y aseguró que, en dicho caso, «es lo mismo» que vacunarse en el brazo.
No obstante, para garantizar a la población la seguridad y eficacia de la vacuna, Carlito Galvez, encargado de la distribución de las vacunas en Filipinas, expresó su disposición a vacunarse en público.
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«Estamos dispuestos a vacunarnos, pero esperamos que cuando esto pase, no nos critiquen por recibir algún tipo de trato especial», subrayó, según informaciones de la cadena ABS-CBN.