Con 50,9% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones el domingo en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva vuelve al poder en el gigante latinoamericano. El triunfo ha generado debate sobre lo que podría significar su gobierno para la región y sus alianzas con con otros izquierdistas, entre ellos Nicolás Maduro.
Para Miguel Velarde, analista político y economista, el resultado electoral es una demostración de que la sociedad brasileña está dividida. Sin embargo, también considera que es una muestra de la influencia que el expresidente Jair Bolsonaro tiene en el país.
“La principal variable de análisis es que en Brasil conviven dos países con dos posiciones y visiones absolutamente opuestas. Uno que siempre ha apoyado a Lula y que añora o recuerda los años en los que fue presidente, en los que evidentemente un sector importante mejoró su calidad de vida; y otro que es un sector nuevo, pero mucho más grande de lo que muchos creían, que es el bolsonarismo, que básicamente se ha consolidado en los últimos cuatro años”, dijo Velarde en conversación con El Nacional.
Los retos para el izquierdista
Además, para Velarde, el triunfo de Lulo no significa que tendrá un gobierno fácil. Resalta que el izquierdista enfrentará una coyuntura económica en un contexto en el que no cuenta con el mismo respaldo popular de otros años.
«El nuevo mandato de Lula, el tercero, será muy diferente a los dos anteriores. Diferente por el apoyo popular con el que llegó en comparación con las dos veces anteriores y también por el control que tuvo las veces pasadas. En esta oportunidad se enfrenta a una oposición férrea y habrá que ver cuánto logra negociar».
El analista sostuvo que Lula sabe cuáles son sus retos y por eso será pragmático en sus decisiones. Sin embargo, Velarde no tiene dudas de que a pesar de estas consideraciones se trata de igual manera de un retroceso político para la región.
«Aunque pareciera que la región está pintada de rojo, no es la misma situación que tuvimos a principio de siglo. En esta nueva ola del Socialismo del Siglo XXI, el poder no es el igual al de la primera ola. No solamente porque algunos de sus principales actores no están, como por ejemplo Hugo Chávez en Venezuela, o Correa en Ecuador, sino también porque no cuentan con los mismos recursos. Esa será la mayor diferencia porque el populismo sin plata no es lo mismo que cuando cuenta con grandes recursos, y eso se ve en países como Perú, Chile, y posiblemente como se verá en Colombia”.
El triunfo de Lula para la región
Aunque no parecieran tener la misma fuerza de años anteriores, el triunfo de la izquierda en Brasil ha sido una celebración para los líderes de la región que comparten ideología con Lula. Por ejemplo, Nicolás Maduro y Luiz Inácio Lula da Silva acordaron este lunes, durante una conversación telefónica, retomar la agenda de cooperación bilateral.
«El presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió su saludo y compromiso a todo el pueblo venezolano. Tenemos la voluntad de trabajar duro por el fortalecimiento de América Latina y el Caribe, y por el desarrollo económico y social de nuestros pueblos», dijo Maduro en Twitter.
Es una situación que ya había advertido el también analista político Roderick Navarro durante una entrevista con El Nacional. Señaló que una de las medidas que podría tomar el presidente brasileño será el reconocimiento de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
«Si gana Lula va a significar que Venezuela tendrá un amigo menos y a nuestro país le hacen falta amigos. Sobre todo luego de que en Estados Unidos hay una administración que es amigable con el progresismo que plantea la izquierda», manifestó entonces Navarro.
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