Estados Unidos quiere impedir que China y Rusia controlen el espacio, y cuenta para ese fin con aliados, incluso financieros, según una «estrategia de defensa del espacio» publicada el miércoles por el Pentágono.
El documento es el primero concebido para desarrollar la estrategia de la nueva Fuerza del Espacio creada por EE UU.
Según ese texto, el objetivo central del Departamento de Defensa es mantener la superioridad civil y militar estadounidense en el espacio, especialmente en lo que hace a las redes de satélites de geolocalización GPS que son esenciales para sectores como defensa, emergencias, salud, transportes y servicios financieros.
Esa superioridad está amenazada por los progresos de Moscú y Pekín en ese nuevo dominio militar donde, como en tierra, mar o aire, Estados Unidos quiere disuadir a quienes quieran atacarlo.
«China y Rusia representan una amenaza»
«China y Rusia representan la amenaza estratégica más importante por cuanto desarrollaron, probaron y desplegaron sus capacidades militares en el espacio y su doctrina militar prevé utilizarlas en casos de conflictos», dice el documento.
«Esos dos países consideran permitir o bloquear el acceso al espacio como un componente esencial de la estrategia nacional y militar», dijo el Pentágono.
«Las doctrinas militares chinas y rusas consideran el espacio como lo importante para la guerra moderna y al uso del armamento espacial como un medio de reducir la eficacia de Estados Unidos y sus aliados y ganar futuras guerras», se añade.
China invirtió miles de millones de dólares en el espacio. Lanzó para sí u otros países muchos satélites destinados a observación, geolocalización o telecomunicaciones. Pero también en 2007 probó con éxito una salva de misiles tierra-aire contra un satélite, según el Pentágono.
Rusia, por otra parte, anunció recientemente el inicio de pruebas de un cohete Angara que apunta a reemplazar los antiguos Proton. También acelera su proyecto de misil balístico intercontinental Sarmat, que es presentado como capaz de superar todo sistema de defensa contra misiles.
En esa competencia estratégica, Estados Unidos se anotó un punto al enviar en mayo en un cohete privado a dos de sus astronautas a la Estación Espacial Internacional.
La nueva estrategia de Washington subraya que el Pentágono quiere multiplicar asociaciones con la industria, con el apoyo de aliados.
«El Departamento de Defensa promoverá compartir la carga con nuestros aliados y nuestros socios», apunta la nota.