El papa Francisco lamentó este domingo la violencia en Tierra Santa y pidió a las autoridades de Israel y Palestina que retomen un diálogo directo para abrir caminos de paz, tras el rezo del Ángelus dominical.
«Queridos hermanos y hermanas, con dolor he sabido que nuevamente se ha derramado sangre en Tierra Santa», dijo desde la ventana del Palacio Apostólico ante cientos de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro pese al calor.
Y agregó: «Espero que las autoridades israelíes y palestinas puedan retomar un diálogo directo para poner fin a la espiral de violencia y abrir estradas de reconciliación y paz».
Las palabras del pontífice, siempre atento a la crisis en Oriente Medio, se producen en medio de una nueva escalada de violencia en el conflicto palestino-israelí, que esta semana tuvo su punto culminante en una amplia operación militar de Israel sobre el campo de refugiados de la ciudad cisjordana de Yenín.