El papa Francisco condenó este viernes la realidad «monstruosa e insensata de la guerra» y pidió desde Baréin rechazar la lógica de las armas y convertir los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, durante su discurso a las autoridades en Baréin, en el primer acto de su visita al país.
«Hoy asistimos, cada día más, a acciones y amenazas de muerte. Pienso, en particular, en la realidad monstruosa e insensata de la guerra, que siembra destrucción en todas partes y erradica la esperanza», dijo Francisco en el palacio real Sakhir, en Awali, tras reunirse con el rey Hamad bin Isa Al Jalifa.
E instó a «rechazar la lógica de las armas» e «invertir la ruta, convirtiendo los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, la falta de asistencia sanitaria y de instrucción».
En ese país, donde existe una de las mayores bases militares de Estados Unidos en la región, el papa también mostró su pesar por la situación en el Yemen, «martirizado por una guerra olvidada que, como toda guerra, no conduce a ninguna victoria, sino sólo a amargas derrotas para todos».
Baréin participa en la guerra en el Yemen enviado tropas a la coalición que lidera Arabia Saudí en apoyo del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
«Recuerdo en la oración sobre todo a los civiles, a los niños, a los ancianos, a los enfermos, e imploro: ¡que callen las armas, comprometámonos en todas partes y realmente por la paz!», dijo.
Y concluyó su discurso afirmando: «Estamos llamados, en todo el mundo, a comprometernos seriamente por la paz».
Por su parte, el rey de Baréin, que leyó su discurso antes del pontífice, hizo un llamamiento «a las grandes naciones para que trabajen para proteger la seguridad y la paz internacionales».
«Pedimos, en particular, que se ponga fin a la guerra ruso-ucraniana y se inicien negociaciones serias entre las partes, y el Reino de Baréin está dispuesto a jugar cualquier papel en este sentido», subrayó.
Y pidió a los organismos internacionales «que animen a las superpotencias a revisar y renovar sus compromisos para salvaguardar la seguridad y la paz mundial, y evitar la escalada y la confrontación».
El Papa permanecerá en Baréin hasta el 6 de noviembre y se presentó como «sembrador de paz» y para vivir días «de encuentro» con el resto de religiones, pues mañana «participará en el «Foro de diálogo entre Oriente y Occidente por la convivencia humana pacífica» y mantendrá reuniones con representantes del mundo islámico.