El papa Francisco partió este miércoles rumbo a Mozambique, primera etapa de una gira de siete días por tres países de África y el océano Índico golpeados por la pobreza, los conflictos y los desastres naturales.
El avión del Papa partió del aeropuerto de Fiumicino de Roma y llegará a Maputo, donde será recibido por el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi.
Se calcula que miles de personas recibirán al «Papa de los pobres» en Maputo, la capital mozambiqueña. Esa ciudad se prepara desde hace días para recibir a Francisco, 31 años después de la última visita del pontífice Juan Pablo II.
Se espera que decenas de miles de personas acompañen al papa durante su visita, que culminará con una misa el viernes en el enorme estadio Zimpeto, en Maputo.
El papa Francisco insistirá, en Mozambique, en «la paz» , la «preservación del planeta» y en la importancia de «renunciar a las armas».
En un mensaje de video grabado antes de partir, Francisco subrayó la necesidad de «reconciliación fraternal en Mozambique y en África, la única esperanza para una paz sólida y duradera».
Proceso de paz
También se espera que el Papa aborde el frágil proceso de paz de ese país, la devastación causada por dos ciclones este año y las próximas elecciones generales.
La visita a la nación, de tres días, se produce un mes después de que el gobierno del país africano firmara un tratado de paz histórico con el antiguo grupo rebelde Renamo, reconvertido en el principal partido de la oposición, aunque nunca se desarmó del todo tras la guerra civil de 16 años que golpeó a esta ex colonia portuguesa.
Francisco podría abordar también la cuestión del extremismo en el norte de Mozambique, donde los ataques yihadistas cobraron más de 300 vidas en 2 años.
Buen presagio
Esta visita será un buen presagio para un país en «crisis», consideró Jaime Taimo, un estudiante de 21 años de edad.
«Creo que con esta llegada las cosas van a cambiar […] en el sentido de que podremos vivir en paz de nuevo, ya que hemos vivido en un conflicto constante», aseguró. «Su llegada puede traer cosas buenas», añadió.
A partir del viernes, Francisco visitará la gran isla de Madagascar, en el océano Índico, y su vecina Mauricio, mucho más pequeña.
La elección de viajar a algunos países de África, unos de los más pobres del mundo, se considera como un acto de solidaridad para un religioso que estuvo muy presente en las villas miseria de Argentina.
Durante su estadía en Mozambique el pontífice solo tendrá tiempo para visitar Maputo, para decepción de los habitantes de Beira (centro), donde el ciclón Idai mató al menos a 600 personas y dejó a cientos de miles sin hogar en marzo.
«Nuestro gran salvador»
En su mensaje de video, el Papa anticipó la decepción.
«Aunque no pueda ir más que a la capital, mi corazón se une a ustedes y los abraza a todos, en especial a quienes viven en la dificultad», dijo.
Con motivo de la excepcional visita del Papa a este país de mayoría cristiana, el gobierno dedicó, a pesar de la situación, 300.000 euros para los preparativos, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, José Pachecho, incluyendo la reparación de la Catedral de Maputo y de calles de la capital.
Fatima dos Santos, una ama de casa de 39 años de edad, recorrió los 1.600 kilómetros que separan la ciudad de Quelimane (centro) de Maputo para tener la oportunidad histórica de ver al papa Francisco.
«Voy al [estadio] Zimpeto para conocer al Papa, que es nuestro gran salvador», dijo Dos Santos a la AFP.
«Es la segunda vez que recibo a un Papa en Mozambique», añadió Dos Santos, quien era una niña cuando Juan Pablo II visitó el país.
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