El papa Francisco evitó el miércoles todo contacto cercano con los fieles, saludándolos a distancia en su audiencia pública del miércoles y llamándoles a la prudencia para poner fin a la pandemia.
«Perdónenme si los saludo desde lejos, pero pienso que si todos nosotros, como buenos ciudadanos, respetamos las prescripciones de las autoridades, esto contribuirá a poner fin a esta pandemia», declaró el Papa al final de su audiencia general del miércoles, que tuvo lugar en un gran auditorio de la Ciudad del Vaticano.
«Me gustaría, como hago habitualmente, acercarme a ustedes y saludarlos, pero (…) es mejor mantener las distancias», insistió el Papa, que nunca lleva máscara en sus audiencias públicas o privadas.
El sumo pontífice explicó que, tan pronto como está cerca de los fieles, todo el mundo se acerca y se amontona.
«El problema es que hay peligro de contagio. Así, todos con la máscara y manteniendo las distancias, podremos continuar las audiencias», añadió Francisco, que entró en el auditorio por una puerta lateral situada lejos de la multitud.
El Vaticano anunció el lunes que cuatro guardias suizos dieron positivo al coronavirus el fin de semana pasado, sin precisar si habían estado en contacto con el papa Francisco.
En las últimas semanas se han detectado otros tres casos positivos entre residentes y ciudadanos del Vaticano.
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