El Papa ha anunciado que está trabajando en una nueva exhortación apostólica sobre el Sagrado Corazón de Jesús, destinada a reavivar entre los fieles la devoción porque, según ha dicho, el mundo «parece haber perdido el corazón». El motivo por el que la ha escrito, según ha explicado, es que el pasado 27 de diciembre de 2023 se cumplieron 250 años desde la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita María Alacoque.
Así lo ha avisado al final de la audiencia general de este miércoles 5 de junio, celebrada en la plaza de San Pedro y dedicada al Espíritu Santo. Con este nuevo texto, el objetivo de Francisco es «proponer a toda la Iglesia este culto lleno de belleza espiritual, en un mundo que parece haber perdido su corazón», ha explicado.
Está previsto que el documento recoja las reflexiones del magisterio de los Papas anteriores, además de toda la larga historia de la devoción popular, desde las Escrituras hasta la actualidad. «Recemos para que el Señor nos conceda el don de la paz y para que el mundo no sufra tanto por las guerras», ha añadido al final de la audiencia, durante los saludos a los fieles de lengua italiana.
El viento del Espíritu Santo
En la catequesis, Francisco ha explicado que intentar encerrar al Espíritu Santo «en conceptos, definiciones, tesis o tratados, como a veces ha intentado hacer el racionalismo moderno, es perderlo, anularlo o reducirlo al puro y simple espíritu humano». «Hay una tentación parecida también en el campo eclesiástico, y es la de querer encerrar al Espíritu Santo en cánones, instituciones, definiciones», ha señalado.
Así, ha dicho que el viento del Espíritu Santo sopla «donde quiere» y que San Pablo hizo de ello la ley fundamental de la acción cristiana: «Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad». «Un cristiano libre es aquel que tiene el Espíritu del Señor –ha recordado–. Esta es una libertad muy especial, muy distinta de lo que comúnmente se entiende. ¡No es libertad para hacer lo que uno quiere, sino libertad para hacer libremente lo que Dios quiere! No libertad para hacer el bien o el mal, sino libertad para hacer el bien y hacerlo libremente, es decir, por atracción, no por obligación».
La fea libertad de explotar a los pobres
El Papa también ha listado, a partir de la Carta de San Pablo a los Gálatas, los casos en los que la libertad se convierte en un «pretexto para la carne»: «Fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, brujería, enemistades, discordias, celos, disensiones, divisiones, facciones, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes».
Finalmente, ha señalado que la libertad es la que permite «a los ricos explotar a los pobres –es una fea libertad–, a los fuertes explotar a los débiles, y a todos explotar impunemente el medio ambiente«. »Esta es una fea libertad, no es la libertad del Espíritu. Para dibujar la libertad del Espíritu, tan contraria a la libertad del egoísmo, hay que vivir la libertad que Jesús nos da», concluyó.