“La información que tenemos sobre el aterrizaje del avión venezolano en Cúcuta es que se trata de una emergencia. Esperamos reporte de la Aeronáutica civil que es la autoridad competente para el caso”.
Con estas palabras, el presidente Gustavo Petro se pronunció respecto a la avioneta que aterrizó en de manera sorpresiva en la mañana de este 20 de septiembre en el aeropuerto Camilo Daza de la ciudad de Cúcuta, frontera con Venezuela.
La avioneta estuvo detenida en el aeropuerto Camilo Daza con dos pilotos, un auxiliar de vuelo, un mayor de Ejército y un sargento mayor de la Guardia venezolana, quienes serían del equipo de seguridad de Nicolás Maduro.
Fuentes ligadas al caso señalan que al parecer los pilotos «se equivocaron en el localizador» del aeropuerto Cipriano Castro (San Antonio del Táchira Venezuela) con el Camilo Daza.
Fuentes venezolanas le indicaron a este diario, que la aeronave horas antes de su aterrizaje había estado en una isla privada de Venezuela, que comúnmente es de uso oficial por parte de las Fuerzas Militares del vecino país.
Archivo
Se trata de la Isla La Orchila, sede de uno de los campamentos militares y de la Base Aeronaval C/N Antonio Díaz.
A esta isla solo tiene acceso el Presidente de la República, parientes y personal militar. Además, se tiene prohibido el sobrevuelo de naves civiles.
“Se presume que los militares que están en la aeronave en Cúcuta, posiblemente partieron de La Orchila, pues el radar indica que partió desde ese lugar en uno de sus últimos vuelos”, dijo una fuente.
La Unidad Investigativa de este diario señaló que la aeronave fue ubicada por radares en Maiquetía (principal aeropuerto de Venezuela) y la nave ha hecho recorridos.
De hecho, esta Isla se volvió famosa en abril de 2002, cuando en medio del intento de golpe de Estado en Venezuela, el presidente de la epoca Hugo Chávez, fue trasladado hasta la Base de la Isla de la Orchila en donde estuvo varias horas.
El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece El Nacional, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.