La coalición de gobierno de Italia, formada por el Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, ha certificado su ruptura, a poco más de un año de su formación, el 1 de junio de 2018.
Italia se ha sumido de nuevo en una crisis de gobierno, nada novedoso para un país caracterizado tradicionalmente por una gran inestabilidad en sus ejecutivos, pues ha sumado sesenta y cinco en sus siete décadas de democracia.
Sin embargo, la caída del gobierno de Italia no implica necesariamente el fin de la legislatura y de ello dependerá las acciones que lleve a cabo el actual primer ministro, Giuseppe Conte, figura de consenso elegida por el M5Sy la Liga para encabezar su gobierno.
Pero también el jefe del Estado, Sergio Mattarella, verdadero árbitro en el damero político italiano.
Estos son los posibles escenarios que se esperan a continuación:
1. El Parlamento reabre sus puertas, cerradas por vacaciones, y convoca a los senadores y diputados en una sesión extraordinaria para verificar si el primer ministro cuenta con una mayoría para gobernar, algo más que improbable.
Para ello la Liga de Matteo Salvini ya ha presentado en la Cámara Alta una moción de censura con la que espera tumbar a Conte y el M5S y forzar la convocatoria de elecciones anticipadas.
2. Los portavoces de los distintos grupos parlamentarios deben aún reunirse para fijar la sesión en la que se vote esa moción. Los analistas apuntan a que la votación al primer ministro se producirá en torno al 20 de agosto, aunque aún no hay nada confirmado.
3. Conte ya ha avanzado que acudirá al parlamento, más que nada para que Salvini, en calidad de senador, explique por qué ha permitido la caída del gobierno.
En el muy improbable caso de que el primer ministro de Italia lograra apoyos en el parlamento, esto daría lugar a una nueva mayoría y el jefe del estado, Sergio Mattarella, podría encargarle la formación de un nuevo ejecutivo, lo que se conocería como «Conte-Bis».
4. Pero lo más probable es que Conte no obtenga el apoyo del parlamento y, en ese momento, no le quedaría otra opción que acudir ante Mattarella para presentar su dimisión.
5. La pelota cae entonces en el tejado del Palacio del Quirinale. El jefe del estado, que también ha interrumpido sus vacaciones, daría inicio a una ronda de consultas con los diferentes partidos para comprobar si es posible sumar alguna mayoría parlamentaria diferente para continuar la legislatura, algo a priori casi imposible.
6. La alternativa sería un gobierno técnico provisional o «de objetivos», como se conocen en Italia, dirigido por una figura tercera, de corte tecnócrata, con la misión especial de elaborar la ley de Presupuestos Generales para 2020.
Esta opción es rechazada tanto por el Cinco Estrellas como por la Liga, lo que también la imposibilitaría, pues el gobierno técnico requiere también el apoyo de la mayoría del Parlamento.
7. Las urnas. Desechada la posibilidad de nuevas mayorías y de un gobierno técnico en Italia, la única opción será la convocatoria de nuevas elecciones.
Deberán ser convocadas una vez que se disuelva el Parlamento, en un plazo mínimo de 45 días y un máximo de 70. Si la crisis se desarrolla en la próxima semana, lo más probable es que los nuevos comicios tengan lugar en la segunda mitad de octubre, aseguran los analistas.
En el horizonte italiano aparecen importantes citas políticas:
1. La primera y más importante es la elaboración del cuadro macroeconómico y de el proyecto de ley de Presupuestos Generales para 2020, que debe ser enviada a la Comisión Europea antes del 15 de octubre de este año. Aunque se puede prorrogar.
2. El 26 de agosto se termina el plazo para presentar posibles candidaturas a comisarios de la Unión Europea. El gobierno del Cinco Estrellas y la Liga había reclamado una cartera económica como la de competitividad.
3. El Parlamento italiano retomará sus labores a principios de septiembre tras la pausa estival y el día 9 de ese mes estaba prevista la votación final de una ley que recorta drásticamente el número de legisladores, impulsada por el Cinco Estrellas.
El líder de ese partido y vicepresidente del gobierno, Luigi Di Maio, ha propuesto a Salvini aprobar primero esa ley antes de ir a elecciones, si bien el ultraderechista lo ha rechazado.