El gobierno de Argentina, presidido por el ultraliberal Javier Milei, evalúa declarar la educación como «servicio esencial», confirmó este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
«Se ha tomado la decisión de comenzar con la evaluación para declarar la educación como servicio esencial», dijo Adorni en su conferencia de prensa diaria, que este martes se celebró después de que Milei y sus ministros mantuvieron una nueva reunión de gabinete en la Casa Rosada (sede del gobierno).
La decisión de evaluar esta declaración llega en medio de una intensificación de las tensiones entre el gobierno y los gremios docentes.
El Ejecutivo decidió no transferir el monto del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) a las provincias, un componente que supone aproximadamente 13% del sueldo inicial de 1,6 millones de docentes en Argentina.
Podría restringir los paros de docentes
En su lugar, el gobierno de Milei espera que sean las propias provincias las que empleen fondos propios para cubrir este porcentaje de los sueldos.
Algunas regiones como Chubut -gobernada por el partido Propuesta Republicana (Pro), aliado del gobierno de Milei- han anunciado la creación de mecanismos propios para procurar que la reducción de transferencias de fondos estatales «no impacte directamente en el bolsillo de los trabajadores».
La secretaría general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Sonia Alesso, alertó la semana pasada de que el comienzo de las clases tras el descanso estival «depende de que el gobierno nacional envíe los fondos».
«Si no llaman a paritarias ni mandan fondos, cobraremos menos que el año pasado, contexto imposible para arrancar las clases», especificó Alesso.
En el caso de llevarse a cabo, la declaración de la educación como «servicio esencial» podría restringir los paros de docentes.
Esta decisión ya estaba incluida en el capítulo laboral del decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por Milei el 20 de diciembre y suspendido cautelarmente por la justicia argentina.