La tensión entre la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente francés, Emmanuel Macron, pasó de ser latente a evidente durante la cumbre del G7, después de un cruce por el derecho al aborto.
El vínculo tirante entre ambos quedó expuesto durante la cena de los líderes este miércoles en el Castello Svevo de Bari. Al llegar, Macron saludó con cariño al presidente italiano Sergio Mattarella y a su hija, y luego con más frialdad a Meloni. La primera ministra respondió con un saludo tenso y una mirada gélida.
El duelo entre ambos no es nuevo. Ambos están inmersos en la disputa por la nueva gobernanza de la Unión Europea desde dos perspectivas diferentes y con objetivos decididamente divergentes. De hecho, los dos quedaron en posiciones totalmente distintas después de las elecciones europeas del pasado fin de semana: la líder Hermanos de Italia salió fortalecida, mientras que el presidente francés convocó a elecciones legislativas anticipadas para fin de mes tras una dura derrota frente a la ultraderecha local.
Diferencia de opiniones
Pero la tensión se elevó en las últimas horas por la discusión sobre la inclusión o no del derecho al aborto en la declaración final de la cumbre del G7, una referencia a la que Italia, que ejerce la presidencia temporal del grupo, se oponía. Finalmente fue el planteo de Meloni -cuya postura anti-aborto es conocida y que, además, no quería incomodar al papa Francisco- el que se impuso, pese a la resistencia de Estados Unidos, Francia, Canadá y la Unión Europea.
Estos cuatro países querían mantener la misma redacción que la de la declaración final de la cumbre del G7 en Hiroshima (Japón) de 2023, donde se garantizaba “el acceso al aborto seguro y legal y a los servicios de atención posaborto”.
“Estábamos defendiendo lo acordado en Hiroshima, donde el texto era más explícito, pero no fue posible encontrar un acuerdo”, explicó un alto funcionario de la Unión Europea el viernes. “Lo importante es que en el texto tengamos la promoción de los derechos sexuales y reproductivos”, agregó.
Los debates sobre esta cuestión fueron intensos, en particular entre Macron y Meloni, quien finalmente logró imponerse.
“Yo lo lamento, conocen la posición de Francia. No tenemos el mismo punto de vista. Francia ha integrado este derecho de las mujeres al aborto, la libertad de disponer de su cuerpo, en su Constitución. No son las mismas sensibilidades que hay en este país hoy”, dijo Macron al respecto durante una conferencia de prensa.
Tensión Meloni y Macron
Meloni le respondió al acusarlo de “hacer campaña utilizando un foro valioso como el G7″ antes de la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas francesas, el 30 de junio.
“No hay razón para discutir sobre cuestiones que ya hemos acordado desde hace algún tiempo. Y creo que es profundamente equivocado, en tiempos difíciles como estos, hacer campaña utilizando un foro precioso como el G7″, expresó la primera ministra.
Este incidente diplomático no es para nada bienvenido para Meloni, quien cuenta con el éxito del G7 también para poder fortalecer su posición cuando lleguen a su fin las negociaciones entre los 27 miembros de la UE para los altos cargos de la Comisión y el Consejo Europeo.
Meloni, además, tiene la esperanza de que la extrema derecha de Marine Le Pen, luego de su éxito en las elecciones europeas, entre en el gobierno de Macron tras las elecciones legislativas y que debilite aún más al presidente francés para los tres años que le quedan de gobierno. Tres años en los que probablemente la tensión entre Meloni y Macron siga a la vista.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional