En el último informe de la Fundación Ideas para la Paz se presentó un aumento significativo en el número de miembros del ELN, que entre 2018 y 2019 incrementó en 1.000 sus milicias, contando hombres y mujeres en armas y redes de apoyo urbano.
El informe indica que para 2018 el Ejército de Liberación Nacional contaba «con más de 4.000 miembros, de los cuales cerca de 1.000 habrían sido vinculados en 2017». El corte de 2019 muestra que «el número de milicianos estaría en el orden de los 5.000 milicianos organizados en células especializadas».
Ese aumento refleja un fortalecimiento del grupo armado, que en el último año ha venido estableciendo un corredor de seguridad entre cinco departamentos para conectar la salida hacia el Pacífico con la frontera con Venezuela. Donde según IdePaz tiene por lo menos 43% de sus hombres en armas.
«De los 2.400 hombres alzados en armas en el ELN, cerca del 43% están en territorio venezolano (es decir, unos 1.050 combatientes). Entre ellos se encontrarían algunos miembros del Comando Central, de la Dirección Nacional y del Estado Mayor, como Gustavo Aníbal Giraldo, alias Pablito», dice el informe.
En esos corredores que ha logrado establecer el ELN no solo se intercambia armamento y se transporta droga, sino que son usados para el contrabando de gasolina, cárnicos, carbón y otros bienes, reseñó Infobae.
ELN y Venezuela
El aumento en el número de militantes del ELN y su creciente presencia en Venezuela, también se nutre de la masiva migración de venezolanos hacia Colombia y la grave crisis social que se vive en ese país, lo que facilita el reclutamiento de nuevos miembros para la guerrilla.
Desde la desmovilización de las FARC, y desde que se rompieron los diálogos de paz con el gobierno en enero de 2019, el ELN viene en un plan expansivo que hoy lo tiene con presencia armada en por lo menos 7 de los 10 municipios con mayor cantidad de cultivos de coca en Colombia.
En estos lugares, como Chocó, Norte de Santander o Cauca, los confinamientos a poblaciones por causa del ELN también han aumentado 63%, entre enero y octubre de 2019, en comparación con el mismo período el año anterior.
El caso más preocupante sigue siendo Chocó, donde se concentraron 92% de los casos de confinamiento durante 2019. En total se contabilizaron, según IndePaz, 21.500 personas afectadas por la presencia armada de la guerrilla en sus territorios.
Los civiles son los más afectados
Otro aspecto que destaca el informe son las disputas entre grupos armados. Sobre todo en los territorios donde hay más de un grupo dominante, los pleitos por el control terminan en grandes daños a la población civil.
Indica que, pese al rearme de varias facciones de las FARC, ahora denominadas disidencias, y la presunción de que estarían coordinando acciones con el ELN, no hay muestras de pactos sólidos entre ambos grupos insurgentes. Por el contrario, en muchos lugares se han exacerbado las disputas.
«Solo se tiene conocimiento de pactos de no agresión en los que dividieron el territorio para evitar disputas por rentas ilegales, como sucede en Vichada, así como de alianzas para enfrentar al Clan del Golfo y al frente Oliver Sinisterra en Nariño», señala IdePaz.
El ELN, señala el reporte, se ha dedicado a llenar los espacios que antes controlaba las antiguas FARC y ha usado esto para establecerse como la principal guerrilla del país, una cuyo proyecto expansivo reposa en el aumento de su presencia también en Venezuela.
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