La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que esta semana acordó una prórroga del cese el fuego bilateral con el gobierno colombiano, anunció este viernes un «paro armado indefinido» en el departamento del Chocó, a cuya población amenazó con «abstenerse de moverse para evitar incidentes».
«La situación humanitaria en el departamento sigue siendo precaria, la presencia del paramilitarismo arrecia contra la población humilde de este territorio, en complacencia con la fuerza pública que opera en este sector de la región», señala un comunicado del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez del ELN que circuló este viernes.
En el comunicado, el ELN subraya una presunta colusión entre militares y paramilitares de la región.
«Por tal motivo decretamos paro armado indefinido en los ríos San Juan, Sipí y Cajón a partir de las 00:00 horas del día 10 de febrero del año en curso, con el fin de salvaguardar la vida e integridad de la población no combatiente. Invitamos a la población a que se abstengan de moverse para evitar incidentes», dijo el ELN.
El paro armado es una estrategia delincuencial a la que el ELN recurre con frecuencia, siendo el Chocó una de las regiones donde más la impone a sus habitantes.
Tras el anuncio, la gobernadora del departamento, Carolina Córdoba-Curi, lanzó una alerta de que «el Chocó nuevamente se enfrenta a una violación masiva de derechos humanos» con este paro armado, «a tan solo días del anuncio de la prórroga del cese el fuego».
El paro armado del ELN podría poner en peligro los acuerdos
«He denunciado y rechazado este hecho frente al ministro de Defensa (Iván Velásquez) y la cúpula militar y de policía. Nuestra prioridad debe enfocarse en garantizar la movilidad de las comunidades, el acceso a la salud y la garantía de la seguridad alimentaria», indicó Córdoba-Curi en un mensaje en redes sociales.
Y añadió: «El confinamiento al que viene siendo sometida la población de más de cinco municipios del río San Juan no puede ser admitida desde ningún punto de vista. Aboca a la intervención de todas las entidades del orden nacional y territorial, así como de los cooperantes internacionales. ¡Se trata de los derechos humanos de la gente!».
Las delegaciones de la guerrilla y del gobierno cerraron el martes en La Habana el sexto ciclo de negociaciones con una prórroga semestral del cese el fuego, la suspensión «temporal» de los secuestros de la guerrilla y la creación de un fondo internacional para financiar el proceso de paz.
El paro armado del ELN podría poner en peligro estos acuerdos, aunque a lo largo del año pasado se anunciaron varios similares que no afectaron la tregua pactada entre el gobierno y los guerrilleros.