El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes una resolución presentada por Estados Unidos de apoyo a la propuesta de tregua que dio a conocer el presidente Joe Biden el 31 de mayo, en la que se establece un plan de tres fases para poner fin a la guerra en Gaza.
La resolución, aprobada por 14 votos a favor con la única abstención de Rusia, supone ya la cuarta aprobada en el Consejo de Seguridad relativa a la guerra en Gaza, aunque las tres anteriores han quedado en papel mojado al negarse Israel a detener la ofensiva en el territorio palestino, un conflicto que se ha cobrado ya más de 37.000 muertos.
El documento «envía un claro mensaje a Hamás: que acepten el alto el fuego sobre la mesa. Israel ya ha dado su visto bueno al acuerdo, y los combates podrían cesar hoy si Hamás hace lo mismo», dijo la embajadora de EE UU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, aunque el gobierno del Estado judío ha sido hasta ahora ambiguo sobre los términos de ese plan.
En sustancia, la resolución, que obtiene un inédito y casi unánime apoyo, pide aprobar esa propuesta de tregua que llama a «un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes» en manos de Hamás.
«Sin demora ni condiciones»
La resolución de EE UU llevaba ya una semana circulando entre los miembros, y si bien en un primer momento contenía exigencias solo dirigidas a Hamás, la versión final «urge a las dos partes a implementar los términos (de la propuesta) sin demora ni condiciones».
El texto cuenta con un inequívoco «rechazo a todo intento de modificación territorial o demográfica en Gaza, incluyendo cualquier acción para reducir el territorio», un mensaje dirigido al «ala dura» del gobierno israelí y que puede cosechar así apoyos entre los países árabes.
En su último párrafo, reitera «la importancia de unificar Gaza y Cisjordania bajo la Autoridad Palestina» (AP), lo que supone implícitamente dejar fuera a Hamás, uno de los puntos más controvertidos dada la falta de aceptación de la AP entre los palestinos de Gaza.
«Ahora estamos todos esperando, esperando a que Hamás acuerde al alto el fuego que proclama desear, pero no podemos permitirnos esperar y esperar», recalcó la embajadora.
Y resumió así el plan de paz -que Biden presentó en su primer momento como israelí, aunque parece más producto de la voluntad de EE UU-: «Este acuerdo traerá a casa a los rehenes, garantiza la seguridad de Israel, permite incrementar la ayuda humanitaria y servicios esenciales como la electricidad, los servicios médicos y la retirada de escombros, además de preparar el escenario para un arreglo político», aseguró Thomas-Greenfield.
Anteriormente ha habido tres resoluciones sobre la guerra en Gaza, en noviembre, diciembre y marzo -que reclamaban el cese de hostilidades o la entrada de ayuda humanitaria- pero ninguna se ha aplicado sobre el terreno, pese a su carácter teóricamente vinculante.