El Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los países que no exijan pruebas de vacunación contra el covid-19 para poder viajar «dado que todavía se desconocen las repercusiones de las vacunas en la reducción de la transmisión y que la disponibilidad actual de vacunas es demasiado limitada».
«En estos momentos, pedimos que no se introduzcan requisitos de prueba de vacunación o inmunidad para los viajes internacionales como condición de entrada, ya que todavía existen importantes incógnitas en cuanto a la eficacia de la vacunación para reducir la transmisión y la limitada disponibilidad de vacunas. Estar vacunado no debería eximir a los viajeros internacionales de cumplir otras medidas de reducción del riesgo de los viajes», estableció el comité, que se reunió este jueves a petición del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De la misma forma, los expertos aconsejaron a los países que aplicaran medidas «coordinadas y basadas en pruebas científicas» para viajar con seguridad y que compartieran con la OMS las experiencias y las mejores prácticas aprendidas.
Este viernes, sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que sería una «buena idea» contar con certificado mutuamente reconocido a nivel europeo que «facilitara la vida» a los ciudadanos que hayan sido vacunados contra el coronavirus, pero cree que es una reflexión con implicaciones jurídicas y políticas que deben discutir primero los Veintisiete.
El mandatario heleno, Kyriakos Mitsotakis, envió hace unos días una carta a Von der Leyen defendiendo la idea de crear una suerte de pasaporte para las personas que se hayan vacunado contra el virus, con el objetivo de facilitar que pudieran viajar sin restricciones dentro de la Unión Europea, en un momento en el que los Estados miembros imponen distintas restricciones a los desplazamientos, como la exigencia de PCR negativa o cuarentenas. El gobierno español también se ha mostrado favorable a esta propuesta, que ahora rechaza este comité de expertos de la OMS.
Por otra parte, en el encuentro examinaron también las variantes emergentes del SARS-CoV-2. Al respecto, el comité pidió que se ampliara a nivel mundial la secuenciación genómica y el intercambio de datos, junto con «una mayor colaboración científica para abordar las incógnitas críticas». El comité instó a la OMS a que elabore un sistema normalizado para nombrar nuevas variantes que evitara los marcadores geográficos, esfera en la que la OMS ya ha comenzado a trabajar.
En cuanto a las vacunas, el comité subrayó la necesidad de un acceso equitativo a través del Servicio COVAX, puesto en marcha por la OMS para garantizar que la vacuna llega a todos los lugares del mundo, así como de la transferencia de tecnología para aumentar la capacidad de producción mundial.
En este sentido, el comité alentó a los fabricantes de vacunas a que proporcionaran rápidamente a la OMS datos sobre seguridad y eficacia para su inclusión en la lista de usos de emergencia. «La falta de esos datos es un obstáculo para garantizar el suministro oportuno y equitativo de vacunas a nivel mundial».