El jefe del Comando Norte del Ejército de Israel, el mayor general Ori Gordin, reiteró este jueves, cuando se cumplen 18 años desde el último gran enfrentamiento bélico entre Israel y Hezbolá, que sus tropas están listas para una posible guerra total contra el grupo libanés y que, cuando «reciban órdenes, el enemigo encontrará un Ejército listo y fuerte».
«La semana pasada completamos los preparativos para un ataque en el norte. Nuestras tropas y comandantes están entrenados y decididos. Cuando recibamos órdenes, el enemigo se encontrará con un Ejército fuerte y listo”, aseveró Gordin.
Las hostilidades en la frontera entre Israel y Líbano se reavivaron el pasado 8 de octubre, al día siguiente de la guerra en la Franja de Gaza, pero en las últimas semanas se ha recrudecido el intercambio de fuego entre las partes, el mayor desde 2006.
“Hezbolá ha sufrido duros golpes puesto que a lo largo de este año hemos destruido su infraestructura y ahora lo seguimos haciendo diariamente. No nos queda más remedio que seguir luchando juntos tal y como hicimos hace 18 años», advirtió el mayor general Gordin.
El anuncio del miércoles del Gobierno israelí de autorizar la movilización de unos 50.000 reservistas adicionales ante el aumento de la tensión en la frontera libanesa, indica que un escenario de guerra total podría estar más cerca que nunca.
Israel, de hecho, ya movilizó a unos 300.000 reservistas cuando comenzó la guerra en la Franja de Gaza, y gran parte de ellos han sido desplegados en la frontera norte, donde las hostilidades con Hezbolá y otras milicias palestinas se desataron al día siguiente en paralelo al conflicto en el enclave.
«Quien piense que nos quedaremos de brazos cruzados se equivoca. Estamos preparados para una acción extremadamente fuerte en el norte. De una forma u otra restableceremos la seguridad en el norte», amenazó el miércoles el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en una vista a las tropas apostadas en la ciudad norteña de Kiryat Shmona.
Más de 60.000 personas residentes de las comunidades del norte más próximas a la linde siguen evacuadas por orden estatal puesto que el Ejército israelí no puede garantizar la seguridad en esta zona donde la caída de proyectiles y drones, lanzados desde territorio libanés, es diaria.
Israel, por su parte, también bombardea a diario en respuesta desde octubre infraestructura militar de la milicia chií -afiliada con Irán- y lanza ataques contra sus filas, donde solo en la última semana el grupo ha confirmado 8 bajas.
Al menos 3 civiles han muerto en ataque israelíes esta semana y suman unos 70 civiles libaneses fallecidos desde octubre, incluidos una decena de menores y tres periodistas.
En total, más de 440 personas han muerto estos ocho meses en los enfrentamientos en ambos lados de la divisoria, la mayoría en el flanco libanés y en las filas de Hezbolá, que ha confirmado unas 300 bajas de milicianos, algunas en Siria. En Israel han muerto 23 personas en el norte, diez civiles.