Una maestra de un jardín de infancia en China fue ejecutada este jueves tras haber sido sentenciada a la pena capital por haber envenenado a niños hace cuatro años en un caso que recibió mucha atención mediática.
La profesora compró nitrito de sodio a través de Internet para vengarse de su esposo y posteriormente utilizó la sal sódica en la guardería tras una disputa con un compañero del trabajo, informaron este viernes diversos medios estatales.
El 27 de marzo de 2019 agregó nitrito de sodio en el potaje de arroz que consumieron los menores, resultando en el envenenamiento de 25 de los niños y en el fallecimiento de uno de ellos diez meses después tras un fallo multiorgánico.
En primera instancia, la maestra fue condenada a muerte por el delito de arrojar productos peligrosos en la comida, además de a la privación de sus derechos civiles de por vida.
La mujer apeló la sentencia, pero el Tribunal Superior de la provincia de Henan rechazó la apelación y confirmó la pena de muerte, que fue ejecutada este jueves.
El caso de esta maestra, identificada como Wang Yun, es solo uno de varios de muertes o violencia en las guarderías chinas en los últimos años.
El pasado lunes, un hombre de 25 años de edad llevó a cabo un ataque con un cuchillo en un jardín de infancia en la localidad china de Lianjiang, en la provincia de Cantón, provocando al menos seis muertos y un herido.
Las autoridades chinas no facilitan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en su informe anual de 2022, la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional apuntó que «se cree que se llevaron a cabo miles de ejecuciones» en el país.