Una sequía en el centro sur de Brasil podría golpear a las cosechas de café y caña de azúcar en 2019, dijeron analistas, agregando que las lluvias en la última parte de este año serán claves para el desarrollo de las plantas luego de un otoño muy seco.
Los campos de caña de azúcar y café de Brasil se están cosechando actualmente, pero el progreso de los cultivos para la próxima temporada podría verse afectado si la sequía no cede a partir de septiembre.
“Las luces amarillas están parpadeando debido a que entre abril y julio tuvimos lluvias debajo el promedio”, dijo Julio Borges, consultor de Job Economia e Planejamento. “Esta situación está afectando a la actual cosecha de caña y la próxima dependerá de las lluvias del verano”, agregó.
La molienda de caña de azúcar en el centro sur, la mayor región productora del edulcorante en el mundo, disminuiría a su menor nivel en cuatro cosechas, dijo la consultora INTL FCStone, citando el inusual clima seco y el envejecimiento de los campos. La situación redujo significativamente la humedad del suelo en importantes estados productores.
En la ciudad de Ribeirão Preto, en el centro de la región productora de caña de Brasil, los niveles de precipitación estuvieron 157 milímetros por debajo del promedio histórico en el último cuatrimestre, según indicó el Thomson Reuters Agriculture Weather Dashboard.
En el estado de Minas Gerais, una región productora de café, los niveles de precipitación fueron entre 63 milímetros y 128 milímetros menos de lo normal durante los últimos tres meses.
Lucas Bartelega, investigador de Fundação Procafé, espera que los cafetos estén “agotados” cuando comience la temporada de lluvias en septiembre. Si bien esto es normal en años de gran cosecha como 2018, las lluvias del verano serán claves este año para garantizar un buen desarrollo de las plantas al inicio de la temporada.
“Si la sequedad persiste en septiembre y octubre, podríamos tener problemas”, dijo Bartelega, refiriéndose a las plantas de café.
Analistas esperan que Brasil coseche un récord de 58 millones de sacos de café de 60 kilogramos en 2018.