Familiares, amigos, ex presidentes, colegas y rivales políticos, se reunieron ayer en la ceremonia pública para homenajear al fallecido senador republicano John McCain, en Washington.
Dos ex mandatarios, el republicano George W. Bush y el demócrata Barack Obama, resaltaron el llamado del héroe de guerra que, devenido político, buscó unir una sociedad dividida, en un funeral en el que fue notoria la ausencia de Donald Trump, quien se fue a jugar golf a la misma hora.
Bush y Obama recordaron a su amigo y ex candidato a la Casa Blanca, en un servicio en la Catedral Nacional de la capital, que McCain mismo organizó en sus últimos meses de vida, mientras luchaba contra un cáncer de cerebro.
En su elegía, Bush destacó el respeto que el senador mostró por cada vida y su desprecio por los dictadores y el abuso de poder. Obama recordó su visión común, a pesar de sus diferencias, y elogió su irreverencia. “Después de todo, ¿qué mejor manera para reír por última vez que hacer que George (W. Bush) y yo –ambos rivales en el camino a la Presidencia– digamos cosas buenas de él a una audiencia nacional?”.
A la ceremonia asistieron Bill y Hillary Clinton, los ex vicepresidentes Al Gore y Dick Cheney, y los ex secretarios de Estado Madeline Albright, John Kerry y Henry Kissinger, además de la hija del actual jefe de Estado Ivanka Trump y su esposo, y Jared Kushner, entre otros.
McCain, que murió el sábado de la semana pasada a los 81 años de edad, fue reconocido esta semana con tributos extraordinarios, incluso por sus pares en el Congreso el viernes.